A pesar de las restricciones impuestas por la pandemia, la estampida de inmigrantes cubanos que trataron de ingresar por vías irregulares a Estados Unidos supera los 35 mil durante el año fiscal 2021, un incremento del 60 por ciento con relación al período anterior.
A pocas horas de concluir el año fiscal (FY2021), este 30 de septiembre, las cifras del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), el Departamento de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP) y la Guardia Costera (USCG) indican que un total de 35,220 cubanos lograron ingresar por la frontera de México y desde Canadá y otros puntos fronterizos de la zona norte, o intentaron llegar por vía marítima al territorio estadounidense desde el 1 de octubre de 2020.
El análisis estadístico de CiberCuba confirma un éxodo masivo de cubanos hacia Estados Unidos en un año marcado por las limitaciones de viajes, el recrudecimiento de los controles migratorios y el cierre de las fronteras como resultado de la crisis mundial del COVID-19.
Aún sin tratarse de cifras finales y consolidadas, la tendencia de 2021 indica un alza desproporcionada de 33,856 cubanos procesados en la categoría de "inadmisibles" (indocumentados) en los puntos fronterizos con México, entre los meses de octubre de 2020 y agosto de 2021.
En ese mismo período, 525 cubanos ingresaron desde Canadá y otros puntos fronterizos del norte. Aún están pendientes la cifras de septiembre.
Es el mayor flujo ilegal de cubanos que registran las autoridades estadounidenses desde 2015 y 2016, cuando aún estaba vigente la normativa de pies secos/pies mojados, y la entrada por vía terrestre para solicitar refugio en los puntos fronterizos era un trámite rutinario.
Y la ola migratoria desde la isla pudiera incluso ampliarse en los meses venideros con la reapertura de las fronteras y los viajes turísticos el próximo 15 de noviembre, en medio de un tenso panorama interno de desabastecimiento y crisis sanitaria en la isla. Mientras, miles de cubanos se arriesgan a la aventura de cruzar la Selva de Darién y atravesar Centroamérica para cumplir el "sueño americano".
De acuerdo con datos del Servicio Nacional de Migración de Panamá, el flujo de cubanos por la zona creció de manera acelerada desde enero y al terminar agosto suman ya 10,742. El pico se produjo el abril, cuando los cubanos censados por las autoridades panameñas se elevó a 1.291.
La trayectoria es cada vez más peligrosa y han sido frecuentes los casos de desapariciones, asesinatos, violaciones de menores y accidentes fatales.
La semana pasada una cubana identificada como Jill Karina, de 23 años, murió ahogada en el río Bravo en Nuevo Laredo, el punto de más cruce de cubanos por la frontera mexicana.
Los datos preliminares permiten comprobar que los ingresos se dispararon a partir de febrero de 2021 tras la llegada a la Casa Blanca de Joe Biden y la suspensión del Programa de Protección del Migrante (PPM), que obligó a miles de cubanos a permanecer en México mientras se procesaban sus casos de asilo. Los picos se experimentaron durante los pasados marzo (5,700) y agosto (4,494).
La implementación del PPM ha sido reinstalada por el Tribunal Supremo de Estados Unidos mientras se ventila una apelación del gobierno para mantener su suspensión, por lo que numerosos cubanos pueden verse afectados al intentar cruzar hacia territorio estadounidense.
Los registros de la Guardia Costera suman un total de 829 balseros cubanos interceptados, la mayor cifra desde 2017, cuando fueron capturados 1,468. El pasado año fiscal apenas fueron realizadas 49 interceptaciones en viajes marítimos desde la isla.
Nicole J. Groll, portavoz de USCG en Miami, dijo que el mensaje debe quedar bien claro para los inmigrantes con planes de lanzarse al Estrecho de la Florida: "Quienes sean detenidos, serán repatriados... Entendemos que hay países de la región con varios retos políticos y económicos, pero elegir emigrar ilegalmente a Estados Unidos no es la mejor opción".
La documentación de USCG no tiene consolidados aún los datos de detenciones hechas por agentes de CBP y la Patrulla Fronteriza. Tampoco comprende una veintena de cubanos desaparecidos durante naufragios ocurridos en el Estrecho de la Florida durante 2021.
La más reciente llegada de balseros transcurrió la mañana de este miércoles, cuando la Patrulla Fronteriza detuvo a 16 balseros que lograron tocar tierra en los Cayos de Florida. Un día antes las autoridades detuvieron a otros 10 balseros llegaron por la zona de Cayo Marathon en una supuesta operación de tráfico humano.
Pero las cifras oficiales de la inmigración irregular cubana en el período fiscal que termina resultan incompletas a la hora de reflejar un fenómeno creciente de asentamiento no registrado en Estados Unidos, particularmente en el área de Miami, según expertos.
Abogados y activistas de inmigración calculan que entre 8,000 y 10,000 cubanos podrían estar viviendo en el sur de la Florida sin haberse reportado a las autoridades.
Ese grupo de población en limbo legal está compuesto por:
- Inmigrantes que tenían el Protocolo de Protección al Migrante (PPM) y abandonaron la zona fronteriza para reingresar ilegalmente a territorio estadounidense, huyendo de la inseguridad y la violencia.
- Personas que ingresaron al país por vía terrestre utilizando bandas de traficantes humanos y pagando altas sumas para cumplir la trayectoria desde Suramérica.
- Balseros o viajeros en operaciones de tráfico humano desde la isla o través de Bahamas, y que lograron tocar tierra sin ser detectados por las autoridades costeras.
"Es un grupo cada vez más abultado, con posibilidades muy limitadas para obtener asilo y legalizar su situación en Estados Unidos, porque no se presentaron a corte o perdieron sus casos, y luego volvieron a entrar sin obtener ningún documento", relató a CiberCuba el abogado de inmigración Willy Allen.
Representantes del DHS y CBP declinaron referirse a este asunto cuando fueron abordados por CiberCuba. Un integrante de la administración Biden dijo que había tomado nota del asunto, pero no quiso comentar al respecto.
Allen recordó que las personas que se han presentado a las autoridades y recibieron un permiso de libertad bajo supervisión, identificado como I-220A, no tienen garantizada la obtención de la residencia permanente bajo la Ley de Ajuste Cubano (CAA) y dependen de la aprobación de sus peticiones de asilo ante un juez de inmigración.
El reconocimiento del I-220A como un documento de admisión que permita procesar la residencia permanente al amparo de la CAA está aún bajo revisión de la Junta de Apelaciones de Inmigración (BIA), adscrita al Departamento de Justicia, y el gobierno tiene el derecho a apelar las órdenes de algunos jueces que han aprobado estatus legal para peticionarios cubanos con solo esa evidencia de entrada al país.
El abogado Avelino González dice que muchos de los cubanos que no se presentaron a su cita desde México ante un tribunal de inmigración y luego entraron ilegalmente al país sin reportarse a las 48 horas siguientes, tienen un serio obstáculo para legalizar su situación.
"Están en violación de la ley y se consideraron deportables en ausencia, por lo que sus opciones de legalizarse en Estados Unidos son casi nulas", explicó González. "Solo una nueva ley como la NACARA sería una alivio, no veo otra posibilidad".
La ley NACARA (Ley de Ajuste Nicaragüense y Alivio Centroamericano), aprobada por el Congreso en 1997, sirvió para que miles de inmigrantes de Nicaragua, El Salvador, Guatemala, Cuba y países bajo la órbita soviética obtuvieran beneficios migratorios y alivio contra la deportación.
Pero las dificultades para regularizar su situación migratoria no han frenado a muchos cubanos que optaron por llegar a toda costa a territorio estadounidense y sobrevivir sin estatus legal, amparados por amigos y familiares.
Para resolver el perentorio tema de la transportación en el sur de la Florida, muchos han optado por adquirir automóviles de uso que conducen con una "licencia internacional", que carece de validez.
"Es toda una red creada alrededor de esta nueva oleada de inmigrantes cubanos sin documentos", comentó Ismael Resquejo, activista de inmigración en Miami. "Son gente que está al filo de la ley, porque manejar en Florida es un privilegio, no un derecho".
Los visitantes extranjeros pueden conducir en Florida con la licencia de sus países de origen por un período de entre tres y seis meses tras la entrada al país, a discreción de las autoridades policiales. Pero la llamada "licencia internacional" no es aceptada.
Según Resquejo, la licencia internacional se puede adquirir en varios establecimientos comerciales de Hialeah a un precio de $50 dólares, y es usada a riesgo por muchos conductores cubanos y venezolanos indocumentados.
Como Luis, que conversó con CiberCuba bajo condición de no ser identificado ni fotografiado.
"Entré hace casi un año por los Cayos y estoy viviendo con mi familia que vino cuando la crisis de los balseros [de 1994]", relató Luis, que está laborando "por la izquierda" en un negocio de mudanzas.
Luis, de 43 años, salió con su hermano menor por la zona de Matanzas a finales de noviembre de 2020.
"Estoy feliz", confesó Luis. "Prefiero estar aquí ilegal, sin papeles pero sin preocuparme en lo que voy a comer cada día, que en Cuba controlado, sin dólares y con una libreta que no resuelve nada".
LLEGADA DE CUBANOS POR LA FRONTERA MEXICANA (2011-2021)
2011- 5,973
2012- 8,273
2013- 13,664
2014- 17,459
2015- 28,642
2016- 41,523
2017- 15,383
2018- 7,079
2019- 21,499
2020- 13,410
2021- 33,856
CUBANOS INTERCEPTADOS POR LA GUARDIA COSTERA (2011-2021)
2011- 985
2012- 1,275
2013- 1,357
2014- 2,059
2015- 4,462
2016- 5,396
2017- 1,468
2018- 259
2019- 313
2020- 49
2021- 829
Fuentes: DHS, CBP, USCG
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