Luis Daniel del Risco, directivo de la Federación Cubana de Béisbol (FCB), reafirmó la postura victimista de las autoridades deportivas del país para describir la situación vivida por el conjunto Sub-23 de béisbol en México, donde se fugó la mitad del equipo.
“Querían destruirnos, querían que el béisbol pasara del lugar 12 que tiene en el ranking, querían destruir, querían acabar con el béisbol cubano, y estos muchachos demostraron que sí se puede, demostraron que podemos seguir luchando, independiente de la situación hostil que tuvimos, de las deserciones”, dijo al borde de las lágrimas, en declaraciones a la prensa oficialista cubana.
“Pero estos muchachos demostraron en el juego, día a día, que sí podíamos y yo creo que el béisbol cubano no está muerto. El béisbol cubano sigue adelante”, concluyó Del Risco, tras indicar que gracias a los que no abandonaron el equipo, el béisbol cubano “pudo mantenerse”.
Las declaraciones del directivo cubano fueron secundadas por idéntico tono del periodista de la televisión estatal Pavel Otero y por la prensa escrita.
El exlanzador cubano radicado en EE.UU. René Arocha criticó la forma en que el entorno deportivo de la isla se ha referido a las sucesivas huidas de peloteros, y aclaró que quienes se quedaron lo hicieron por su propia voluntad y no por presiones externas, ni porque nadie los raptara o les pusiera una pistola en la cabeza.
“Ello se fueron por voluntad propia, no existe tal campaña para tratar que Cuba caiga en el ranking mundial”, dijo Arocha en Facebook, donde se refirió a tal actitud como una "novela" inventada que "solo ellos se creen".
La televisión cubana definió en días recientes la fuga de los jóvenes peloteros -cuando todavía eran 7 los jugadores que habían abandonado- como “uno de los escenarios más hostiles” en la historia del movimiento deportivo en la isla, e insistió en achacar lo sucedido a “inescrupulosos traficantes de personas”.
El diario oficialista Granma, por su parte, publicó el domingo un artículo elogiando el desempeño de los peloteros cubanos que disputaron el Mundial Sub-23 de béisbol “a pesar del hostigamiento de quienes quieren destruir a la pelota cubana”.
Según Granma, “está claro que el hostigamiento contra cada equipo que salga a una lid internacional no cesará, porque se trata de quebrar una de nuestras más ricas tradiciones, y que se mantendrá la delictiva práctica de la trata de personas con nuestros jugadores, muchos de ellos abandonados a su suerte tras promesas descabelladas”.
Cuba finalizó el Mundial Sub-23 en cuarto lugar y con la mitad del equipo, una selección que, según su mánager, Eriel Sánchez, había sido conformada teniendo en cuenta el patriotismo de sus atletas.
Sin embargo, una vez que empezaron las fugas, ni siquiera el control sobre los peloteros, a quienes les montaron guardia permanente en el hotel donde se alojaban, logró evitar que siguieran escapando.
El resultado obtenido en la competición le dio a Cuba 405 puntos para el ranking mundial, otorgándole 2,012 unidades en ese listado y la ascendió al 7mo. puesto desde el 11no. que tenía.
Este lunes, la diezmada selección fue recibida en el Aeropuerto José Martí, de La Habana, por el vicepresidente primero del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), Raúl Fornés Valenciano.
Los 12 peloteros que abandonaron el equipo son el receptor Loidel Rodríguez; los infielders Miguel Antonio González y Yandy Yánez; los jardineros Reinaldo Lazaga, Dismany Palacios, Reinaldo Lazaga y Geisel Cepeda; y los lanzadores Dariel Fernández, Luis Dany Morales, Ubert Mejías, Yeiniel Zayas y Bryan Chi.
El periodista Francys Romero afirmó que se trata de la mayor cifra de abandonos en un año en la historia del béisbol cubano. El anterior récord era de 9, en 1996, ello contando todas las competiciones internacionales de béisbol en que participó Cuba ese año.
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