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El gobierno de Estados Unidos rechazó este martes la condena a tres años de prisión impuesta al joven cubano Luis Mario Niedas debido a su participación en las masivas protestas antigubernamentales del 11J en Cuba, al tiempo que aprovechó para exigir la liberación de los detenidos en esas jornadas.
“Tras 100 días de las protestas del 11J, más de 500 manifestantes pacíficos siguen encarcelados en Cuba mientras el régimen dicta duras sentencias, incluyendo la de tres años a Luis Mario Niedas Hernández”, dice un tuit de la Embajada de Estados Unidos en La Habana.
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“Pedimos al régimen cubano que los libere inmediatamente”, concluye la declaración, añadiendo el hashtag #PresosPorQué, con el cual el gobierno estadounidense ha denunciado el encarcelamiento de manifestantes pacíficos en la isla.
La sentencia a prisión para Niedas Hernández, joven informático y activista residente en Santi Spíritus, trascendió recientemente, luego de un proceso judicial en el que no se respetaron las garantías del debido proceso, según la organización no gubernamental Cubalex.
“El juicio se celebró el pasado primero de octubre en Sancti Spíritus bajo fuertes medidas de seguridad y sin acceso de familiares y amigos a la vista judicial. Hoy dieron a conocer la condena: tres años de cárcel por manifestarse pacíficamente”, señaló Cubalex, especializada en temas jurídicos y violaciones de derechos humanos en el país.
De acuerdo con los registros de la propia organización, Niedas Hernández fue detenido el 11 de julio y trasladado a la prisión “Nieves Morejón” de su provincia. En un primer momento, la fiscalía le pedía seis años de privación de libertad por los presuntos delitos de desacato, propagación de epidemias e instigación a delinquir. Sin embargo, tras el juicio se redujo la condena a tres años.
El joven ha sufrido el hostigamiento de las autoridades por expresarse en defensa de los derechos humanos en Cuba, desde antes del 11J. El 28 de enero pasado, protagonizó en solitario una protesta en el parque Serafín Sánchez, en su ciudad, para denunciar la violencia ejercida el 27ENE por funcionarios del Ministerio de Cultura de Cuba contra un grupo de activistas y artistas que habían acudido a la institución en La Habana, para exigir un diálogo ante la represión de creadores en la isla.
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