Una madre cubana denunció las precarias condiciones en las que vive con dos hijos discapacitados y sin asistencia social suficiente para una vida digna.
En declaraciones a CiberCuba, Silvia Estén de Paz Morales afirmó que solo recibe tres pensiones que suman 3800 pesos cubanos al mes, lo cual no les alcanzan para vivir.
"Aquí hay que ser magos para poder comer", señala.
Su vivienda está casi inhabitable, las paredes sin pintura, ni puertas, y en una pequeña habitación duermen los tres sin ventilación y con la escasa luz que entra por la única ventana de la vivienda.
Sus hijos, de 36 y 32 años, tienen retraso mental severo por lo que no pueden trabajar, y ella tampoco porque debe cuidarlos las 24 horas del día, según afirmó a nuestra reportera Iliana Hernández.
Mi mayor preocupación es la casa, dice de Paz Morales, quien para hacer los mandados o ir a la farmacia debe dejar a sus hijos solos en casa.
Para colmo, explica, hace tres meses se fracturó una mano y cuando fue al médico le dijeron que no tenía yeso para resolver su situación, por lo que sufre dolores y una inflamación permanente en la mano derecha.
De acuerdo con la madre, desde hace dos años no recibe la visita de ningún trabajador de asuntos sociales, y la última vez que una comisión del gobierno visitó su casa le prometieron mejorar sus condiciones de vida pero no han hecho nada.
El padre de los niños lleva 29 años en Las Vegas, Estados Unidos, pero nunca los ha ayudado, dice la mujer.
Como Silvia, decenas de madres cubanas enfrentan solas la responsabilidad sobre sus hijos en situaciones precarias.
Recientemente una madre denunció que vive con sus cuatro hijas, entre ellas una bebé, en un almacén abandonado en la ciudad de Cienfuegos, cuya estructura podría colapsar de un momento a otro.
Asimismo, otra madre de la provincia de Camagüey afirmó que sus hijos no saben lo que es cumpleaños.
"Tengo el sueño de darle un hogar a mis tres niños, de que cada uno tenga un cuarto, de tener una casa. Mi sueño es tener una casa. Yo no quiero ser millonaria, pero tengo la ilusión de que mis hijos jueguen con muñecos, de que pueda ponerles ropas lindas. Mis hijos no saben ni lo que es un cumpleaños, porque no tengo la posibilidad de hacérselo", afirmó al portal Cubanet.
A comienzos de octubre, las autoridades cubanas amenazaron en La Habana con desalojar a unas nueve familias, en las que se contaban al menos 15 menores, quienes ocupaban un local abandonado que presuntamente pertenecía a la empresa estatal de Servicios Locales en Santiago de las Vegas, en el municipio de Boyeros.
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