El Grupo Temporal de Trabajo en Pinar del Río para el enfrentamiento al coronavirus anunció que tras el cese de algunas medidas restrictivas se mantiene vigente el uso de la tarjeta blanca para la compra de productos de primera necesidad en tiendas y kioskos.
El gobierno local dejó sin vigencia el uso de la tarjeta de autorizo de compras, identificada por sus letras negras, que se entregó durante el pico pandémico a cada núcleo familiar para la adquisición de productos en unidades de víveres, tiendas por MLC y para gestiones en centros de servicios.
Otra tarjeta que se dejará de usar es la de movilidad, (letras rojas), aunque se mantiene vigente un toque de queda en toda la provincia, ahora a partir de las 21.00 horas, según informó en su web Telepinar.
Como parte del paquete de medidas adoptadas por las autoridades pinareñas a partir de este miércoles se restablecerá el transporte público en el municipio cabecera, mientras que el resto de los territorios vueltabajeros dependerán de " las posibilidades que se tengan".
El transporte público tendrá aforo limitado, por tanto se cubrirán todos los asientos y solo el 50% de las capacidades de pasajeros de pie, mientras que los choferes de vehículos estatales estarán obligados a detenerse en paradas y puntos de embarque y transportar pasajeros, siempre que no viajen niños o ancianos.
La venta de pasajes para los ómnibus interprovinciales se reanudará, a través de la aplicación Viajando y de las oficinas comerciales de la provincia, donde se deberá garantizar las medidas higiénicas y de distanciamiento individual.
El gobierno pinareño decidió que los permisos de circulación para vehículos estatales y privados se mantiene vigente hasta el 1 de noviembre, prescindiendo de los puntos de control municipales y solo quedarás activos aquellos que se encuentran en Los Palacios y La Palma, por ser las entradas a la provincia.
El anuncio incluyó la flexibilización de algunas medidas relacionadas con los servicios gastronómicos, por tanto a partir del próximo lunes abrirán 36 establecimientos de la gastronomía, 27 restaurantes, cuatro pizzerías, tres cafeterías y la heladería Coppelia de la ciudad.
Para acceder a sus servicios es obligatorio pedir cita previa por teléfono y aquellos que deseen reservar en la Empresa Provincial de Alojamiento, deberán ir hasta las oficinas correspondientes.
Para todas estas instalaciones se estableció un horario que comprende desde las 11:30 a.m. a 2:30 p.m. y de 5:30 a 8:00 p.m., mientras que es de estricto cumplimiento las medidas de seguridad e higiene, así como la distancia entre mesas, en las que solo podrán sentarse dos comensales.
Sin embargo, el gobierno decidió que solo se prestará servicio en áreas a la intemperie y se mantienen cerradas las áreas de reservados y los cabarets.
Las instalaciones turísticas se incorporan a las medidas de apertura paulatina que asumirá Pinar del Río en los próximos días, pero recibirán a sus primeros visitantes de la temporada a partir del 15 de noviembre.
Las casas de alquiler privadas también esperarán a la segunda quincena de noviembre para reiniciar sus servicios de hospedaje a visitantes extranjeros, explicaron las autoridades de Pinar del Río.
Un grupo de hoteles no abrirán sus puertas hasta diciembre, y esos son Cayo Levisa, Hotel Mirador de San Diego y Marlin Cayo Jutía, que se encuentran en mantenimiento en este momento.
Los Campismos Populares Cueva de los Portales, Dos Hermanas, Copey-Brisas del Mar, Pajarito, Boca de Galafre, Salto Los Portales y las villas internacionales Aguas Claras y Laguna Grande comenzarán a funcionar, de manera gradual, a partir de diciembre.
El anuncio de las medidas para Pinar del Río a menos de un mes que se reconociera oficialmente que la más occidental de las provincias cubanas era el epicentro de los contagios de coronavirus en la isla.
A inicios de este mes en Pinar del Río se concentraba el 30 por ciento de los nuevos contagios pandémicos en Cuba, y de acuerdo con la información oficial en el último informe del MINSAP solo se reportaban 80 casos positivos de coronavirus en el territorio y una muerte.
La drástica disminución es, para algunos expertos, una manipulación evidente de los datos con el fin de abrir el país al turismo internacional y frenar la crisis económica que generó la pandemia en Cuba.
La campaña de vacunación con productos elaborados por científicos de la isla deberá demostrar su efectividad cuando comience a moverse más personal y arriben a Cuba aviones procedentes de diferentes países.
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