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La Policía de Miami-Dade arrestó a seis cubanos integrantes de una banda que se dedicaba a robar tarjetas de crédito y crear tarjetas falsas para comprar combustible, que luego revendían.
Utilizaban un depósito de vehículos ubicado en el 7601 del noroeste y la avenida 26 para descargar la gasolina que adquirían, que transportaban en camionetas diseñadas ilegalmente para almacenar decenas y decenas de galones de combustible.
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El informe reseña que, en uno de los vehículos utilizados para transportar el combustible, con capacidad para 26 galones, en algún momento se llegó a cargar 170 galones.
Un extenso informe de arresto -citado por la prensa local- precisa que la investigación se extendió entre noviembre de 2020 y octubre de este año.
Los arrestados son: Leonardo Alonso, Isnaldo García, Deyvis Hernández, Arturo Olivera, Andrés Pedraya y Juan Díaz García. Este último implicado también en otro caso similar.
Tres de ellos comparecieron en la corte de Miami-Dade este jueves. En el caso de Alonso, de 34 años y residente en Hialeah, su abogado intentó defenderlo, diciendo que no encuentra ninguna causa legal para el arresto, a lo que la jueza contestó que era imposible que transportara semejante cantidad de combustible sin estar al tanto de la trama.
Los arrestados deberán demostrar la procedencia legal del dinero para pagar la fianza y entregar sus pasaportes.
En los últimos años ha habido varios casos similares en los que han estado involucrados cubanos y no solo en Florida.
En mayo de 2019, autoridades policiales de Arizona desmantelaron a una banda criminal cubana, también integrada por seis miembros, que robó los números de cientos de tarjetas de crédito en gasolineras situadas en el área metropolitana de la ciudad de Phoenix, capital de ese estado.
En ese caso, los imputados fueron acusados de instalar dispositivos skimmers en las gasolineras para registrar los números de las tarjetas de crédito y débito empleadas en las transacciones financieras. Descargaban los datos con la tecnología Bluetooth y compraban otros números robados a terceros, que imprimían en tarjetas clonadas. Luego, con las tarjetas falsas, llenaban tanques exteriores instalados en al menos siete camionetas.
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