Un total de 353 protestas contra el régimen ocurrieron durante noviembre en Cuba y 79 de estas se realizaron el 15N, informó este miércoles el Observatorio Cubano de Conflictos (OCC).
De acuerdo con el análisis de esta plataforma, en el mes que acaba de concluir se acentuó la radicalización de las protestas, ya que el 75% fueron por motivos políticos y civiles y el resto por razones económicas y sociales.
También el onceno mes del año, señala el informe, estuvo marcado por el pulso entre la sociedad civil y el gobierno en torno a las marchas cívicas convocadas por la plataforma ciudadana Archipiélago para el día 15.
De acuerdo con el OCC, ocurrieron ocho protestas más que las ocurridas en octubre último (345), lo que indica que se mantiene la tendencia ascendente de estos actos en la isla, desde que se inició su monitoreo en septiembre de 2020 (42), sobre todo a partir de que el gobierno creyó haber aplastado la resistencia del sector cultural con el asalto a la sede del Movimiento San Isidro el 26 de noviembre de 2020.
“Desde entonces, varias fechas han marcado la creciente ingobernabilidad en Cuba: el 27N, el 27E, el 11J y ahora el 15N”, apunta el análisis.
Asimismo, destaca que el 15 de noviembre por primera vez el Ministerio del Interior, sus fuerzas paramilitares y las FAR se vieron en la necesidad de realizar una completa ocupación de las zonas urbanas y de muchas rurales con operativos policiales, despliegue de miembros de la Seguridad del Estado vestidos de civil, actos de repudio, mensajes con amenazas y el corte selectivo de líneas telefónicas.
El gobierno empleó como un disuasivo para los potenciales manifestantes del 15N, las sentencias arbitrarias y desmedidas (incluyendo las dictadas contra decenas de menores) a manifestantes del 11J; golpizas fascistas en calles y prisiones; amenazas de retirar la patria potestad sobre los hijos de posibles manifestantes; torturas psicológicas a detenidos y sus familiares, así como presiones a disidentes conocidos para que abandonen el país, denunció el documento.
Las protestas de carácter político y civiles (266) estuvieron motivadas por exigencias del cese de la violencia, la libertad de los presos políticos, derechos para todos los cubanos y el inicio de un proceso de cambio hacia la democracia, indicó el Observatorio Cubano de Conflictos.
Las protestas relacionadas con los derechos económicos y sociales (87) estuvieron motivadas por la explotación laboral a cuentapropistas y soldados (reclutas), excesivas y severas multas, feminicidios -29 en lo que va de año- malas condiciones en las prisiones, desamparo de veteranos y retirados, altos precios de la canasta básica, desabastecimiento y corrupción en las tiendas de dólares, expone la investigación.
El análisis sostiene que en noviembre se consolidó el consenso generalizado de que una dictadura controla el poder en Cuba y que la naturaleza reaccionaria y criminal de la nueva oligarquía empresarial-militar quedó en evidencia al desestimar su propia Constitución y sistema de justicia, con lo cual enajenó sus propias bases de apoyo y la opinión pública internacional.
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