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El humorista Alexis Valdés explica en una nueva sátira cuál es el “gran error de Díaz-Canel”, desde que “descubrió que tenía habilidad para acercarse al círculo del poder” en la isla.
“Aquí está mi teoría sobre el gran ERROR de Díaz-Canel. Te sorprenderá!!”, dice el comediante en un video que comparte este domingo en su red social de Facebook, en el que satiriza al mandatario de Cuba.
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“Díaz-Canel es un tipo que se metió en un lío cabrón. No de ahora que es presidente, no. Desde que descubrió que tenía habilidad de acercarse al círculo del poder, mi teoría es que Díaz-Canel debió haberse ido del país”, inicia su monólogo en el que explica, muy a su manera, el mayor error del gobernante cubano.
A su juicio, el mandatario debió haberse ido de país “no para salvarse de la revolución, ni del socialismo, ni del capitalismo, sino para salvarse él. Debió haberse ido del país en los años 90, como me fui yo, como se fue tanta gente”.
“De haberse ido con esa ambición que tiene, que lo ha demostrado porque nadie llega a presidente, y menos en un país como Cuba, si no tienes ambición, con ese arte que él tiene para manipular y decir ciertas cosas, con esa habilidad para colocarse hasta casi lo más alto de la pirámide, en un país como Estados Unidos, Francia o Alemania, le había podido ir bien”, argumenta el actor para dar riendas a su “teoría” sobre el mayor error del político cubano.
Valdés apuntó que él tiene muchos amigos con la misma ambición que la de Díaz-Canel.
“Eran hábiles y hoy en día son millonarios, aquí mismo en los Estados Unidos. Vinieron en los 90’ y hoy viven como les da la gana. Tienen esos relojes Rolex, que tanto le gustan a Díaz-Canel, y no tienen que darle explicaciones a nadie de por qué los tienen, ellos no gobiernan un país que está en la miseria. No, ellos tienen una empresa y les va bien y tienen Rolex, yate, un avión, lo que les dé la gana y no tienen que darle explicaciones a nadie”, explicó como preámbulo a su “tesis”.
Para el humorista, eso mismo pudo haber hecho Díaz-Canel. “Tenía que haberse ido en los 90’, como esa gente que son amigos míos. Pero él no vio esa. Vio la otra, la que parecía más fácil, y se metió en la difícil de verdad”, apuntó, porque “a Díaz-Canel le dieron un barco roto y sin GPS. Un barco que no va para ningún lado”.
“El capitán del barco le dijo: ‘mira esto no va para ninguna parte. Esto no avanza, yo me cansé de manejar el barco, así que tú, mantenlo a flote, mientras yo me baño en el mar’”, prosigue el humorista.
“Eso sí, le dijo el capitán, nunca vamos a reconocer ante los tripulantes y los pasajeros que el barco está roto o que no tiene ruta, porque se nos jode la cosa. Se nos jode el viaje. Lo único que necesito que cuando la cosa se ponga muy dura, muy dura, a los camarotes superiores me los mantengas por encima del nivel del mar, ahóguese quien se ahogue.
“Ah, muy importante. Muchas selfies, muchas fotos, muchos reportajes, ponemos el agua bonita, damos musiquita, que la gente baile. Le decimos a todo el mundo que el viaje es un éxito, que la gente está feliz.
“Ahí Díaz-Canel preguntó: ‘¿Y si logro llegar a puerto, el éxito va a ser mío?’. Y le dijeron: ‘No vas a tener éxito, porque ya no hay puerto para ese tipo de barco’.
“Dijo, ‘ok, bueno, por lo menos soy el capitán’. Y le respondieron: ‘Na’. ‘Ah, ¿no soy el capitán?´. ‘No, capitán, capitán, nunca vas a ser’. ‘Qué seré, ¿primer oficial?’ ‘No’. ‘¿Contramaestre?’ ‘No, tú no tienes para ir en contra’. ‘¿El Vigía?’ ‘No, no tienes visión para eso’. ‘¿Y qué voy a ser, coño?’. ‘Tú vas a ser ese marinero obediente, que se pone el traje del capitán, mientras el capitán se baña en el mar’.
“Y Díaz- Canel se quedó así, sin saber qué hacer y lo primero que se le ocurrió fue: ‘somos continuidad’, ‘la limonada es la base de todo’, y se jodió. Se hubiera ido en los 90’ y sería millonario, como los amigos míos, y no tendría que darle explicaciones a nadie. Y ahora está más perdido que un pingüino en Punta Cana, haciendo lo que sea, salvando la revolución, la contrarrevolución, el socialismo, el capitalismo, la continuidad, lo que sea, y todo eso dando palos. Imagínate, tú”, concluye el actor cubano su satírica explicación sobre el gran error del gobernante de la isla.
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