Al menos cinco presos políticos se encuentran en huelga de hambre en Villa Clara, por lo que han sido trasladados de los centros penitenciarios donde originalmente estaban recluidos, sin el conocimiento de sus familiares.
Los detenidos decidieron protestar de esta manera contra la represión en Cuba que los lleva a estar encarcelados solo por oponerse al régimen, y que además los hace vulnerables a quedar incomunicados del mundo exterior.
Uno de los detenidos es José Miguel Gómez Mondeja, quien, según el listado de de la organización no gubernamental Cubalex fue arrestado mientras participaba en las manifestaciones del 11J. Durante su detención recibió lesiones en la nariz y en una pierna.
Gómez Mondeja, padre de una niña pequeña, es acusado de desorden público, atentado y desacato, por lo que la Fiscalía pide para él una sanción conjunta de seis años de privación de libertad.
“Por la información que me dieron, mi esposo está en la cárcel conocida como ‘el Pre’. Nosotros, su familia, estuvimos en La Pendiente y en ningún momento se nos comunicó que a él lo iban a cambiar de penal”, declaró su esposa Wendy Pedraza Díaz a Radio Televisión Martí.
El joven Andy García Lorenzo estuvo ya de huelga durante 10 días, hasta el pasado 29 de octubre. También fue detenido por manifestarse pacíficamente el 11 de julio, por lo que la Fiscalía Provincial de Villa Clara le pide 7 años de privación de libertad por el supuesto delito de desorden público y dos cargos de desacato.
García Lorenzo tiene apenas 23 años y tras su detención sufrió una paliza por parte de un policía que le hinchó las manos. Como resultado de su primera huelga de hambre, estuvo cinco días orinando sangre.
Roxana García Lorenzo, hermana del joven opositor, comentó que los responsables de la cárcel no dejaron a sus padres comprobar la veracidad de la huelga de hambre y ver a Andy, cuya salud está en peligro. Uno de ellos “explicó que tenemos que esperar a que él llame. Por tanto, no sabemos qué pensar. No estamos seguros de nada”, añadió.
Además de Andy y José Miguel, se supone en huelga también al rapero Randy Arteaga. Su sobrina Misaday Rivera denunció que lo trasladaron a la prisión de Manacas para ocultar la realidad de su condición. Ante la insostenible situación, su mamá pidió el apoyo de la comunidad internacional para que intercedieran por el joven, que enfermó de coronavirus en prisión.
También a inicios de agosto, la abuela del artista murió a consecuencia de la pandemia y las autoridades no le permitieron asistir al funeral. Gracias a una colecta de amigos y activistas pudo pagar un abogado para su defensa, sin embargo, recluido con una medida cautelar de prisión preventiva a la espera de juicio.
También aparecen como posibles huelguistas Liván Hernández Salazar y Carlos Michael Morales, encarcelados por participar en las manifestaciones del 11 de julio.
A fines de noviembre pasado, en un encuentro con Pastores por la Paz, el gobernante Miguel Díaz-Canel negó que en Cuba haya presos políticos y aseguró que en el país las personas pueden manifestarse libremente en contra del gobierno castrista.
Según sus palabras, “los que salieron el 11 de julio a tirar piedras, a actuar contra el pueblo, a saquear, en cualquier lugar del mundo estuvieran presos, pero no porque se oponen a la revolución, sino sencillamente porque cometieron delitos contra el patrimonio y el orden interior”.
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