La líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, y el coordinador del Foro Antitotalitario Unido (FANTU), Guillermo Fariñas, comunicaron a la Unión Europea su intención de renunciar al Premio Sájarov, con el que fueron distinguidos en 2005 y 2010 respectivamente, si se mantiene la actual posición de abandono a la sociedad civil en Cuba.
Los opositores reclaman a la institución que modifique su política hacia el régimen cubano y han advertido que, de lo contrario, pedirán "la retirada" del galardón, con "inmensísimo dolor".
Lo anterior quedó recogido en cartas remitidas al representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, y al presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, en las que los disidentes aseguran sentirse "abandonados y menospreciados".
Desde que se aprobara, el 5 de julio de 2017, el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación con Cuba ha sido violado sistemáticamente, tanto por el régimen cubano como por el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE).
Según aseguran los opositores, desde la ratificación del ADPC, la Embajada de la Unión Europea en Cuba no se ha reunido nunca públicamente con la sociedad civil o los Premios Sájarov. Sin embargo, sí ha mantenido encuentros con representantes estatales.
Asimismo, Fariñas y Soler acusan a la delegación de inmovilismo. "Jamás ha cooperado, facilitado o intermediado con fondos o ayudas europeas para la sociedad civil de Cuba, ni para los Premios Sájarov o sus organizaciones y actividades", advierte la misiva.
Mientras tanto, el servicio europeo ha ejecutado proyectos de inversión con sociedades y organismos estatales cubanos, de forma directa o indirecta (a través de distintas ONGs). En sus reportes anuales, esas contribuciones aparecen como fondos entregados a la "sociedad civil" de Cuba, como denuncian Soler y Fariñas en los escritos.
La carta de los opositores, divulgada por la organización Prisoners Defenders, asegura que "la alta impunidad diplomática en el ejercicio más bárbaro de la represión que, con carácter exponencialmente creciente, está siendo ejercida contra el pueblo de Cuba y su sociedad civil, sin que haya respuesta diplomática acorde".
Soler y Fariñas afirman estar viviendo "una situación insólita". "No se nos da crédito ni para reunirnos presencialmente con la Embajada de la Unión Europea", explican, "para no molestar al mismo régimen que comete crímenes de lesa humanidad contra nuestro pueblo".
Tanto es así que, el año pasado, a la líder de las Damas de Banco se le llegó a negar la entrada a una comparecencia de la Delegación para Centroamérica del Parlamento Europeo. Se le comunicó a través de un "escueto sms que revocaba la invitación sin más explicación que la decisión se había tomado a alto nivel en el SEAE".
La organización a la que representa Berta Soler sufrió "el bloqueo de Internet durante las horas del evento".
"Mientras la violencia de Estado se radicaliza contra todos nosotros, cada vez con más virulencia, seguimos sin encontrar las muestras del apoyo público y la ayuda del SEAE que desde hace años debía esperarse del articulado del ADPC", dicen las cartas remitidas a Sassoli y Borrell.
Ellos entienden que "el Premio Sájarov debe ser un compromiso de todas las partes a no usar jamás el silencio diplomático frente a las violaciones de los derechos humanos y, menos aún, frente a los crímenes de lesa humanidad". De ahí que reprochen a la Unión Europea que no les escuche, mientras que sí se reúne "con frecuencia" con el gobierno cubano, y planteen la reconsideración de sus distinciones, si no se producen cambios en la posición inmovilista de la institución ante la represión que sufre la sociedad civil en Cuba.
En los últimos meses, tanto Fariñas como Soler han sido acosados por la Seguridad del Estado cubana. En noviembre, Fariñas fue detenido e internado en la sala de trasplantes del hospital de Santa Clara para impedirle participar en la Marcha Cívica del 15N.
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