En medio de un gran despliegue policial en los alrededores de los Tribunales, dio comienzo este lunes el juicio al activista por los derechos humanos, Bárbaro de Céspedes, más conocido como El Patriota de Camagüey, acusado de los presuntos delitos de “instigación a delinquir y desobediencia”.
“Hoy es el juicio de Bárbaro de Céspedes en Camagüey. Así se encuentran actualmente la entrada y los alrededores de los Tribunales Provincial y Municipal situados en la calle Cisneros del centro de la ciudad. El operativo policial está desde bien temprano en la zona, incluso mucho antes de comenzar la vista oral”, indicó La Hora de Cuba en sus redes sociales, compartiendo fotografías del despliegue policial.
Las imágenes, tomadas frente a la sede judicial de la provincia, muestran la presencia de varios uniformados en funciones de vigilancia, tanto de la policía motorizada como de oficiales de la Policía Nacional revolucionaria (PNR), en patrullas y apostados en las esquinas cercanas a los tribunales.
“Bárbaro es uno de los opositores camagüeyanos que en los últimos tiempos ha sobresalido por sus acciones cívicas en fechas patrias. La última que realizó fue el pasado 10 de octubre, cuando salió con un pullover que tenía pintado en el frente las palabras ‘Patria. Vida. Libertad’”, informó el portal independiente de noticias.
Desde esa fecha, de Céspedes “se encuentra encarcelado y lo acusan de los supuestos delitos de instigación a delinquir y desobediencia”. Según La Hora de Cuba, las autoridades le acusan de haber cometido esos presuntos delitos a consecuencia de haberse manifestado públicamente mientras se encontraba bajo la medida cautelar de reclusión domiciliaria.
El Patriota de Camagüey resultó detenido tras su participación en las históricas protestas del 11J en Cuba y pasó más de 40 días tras las rejas de la prisión de Cerámica Roja, donde permaneció encerrado junto con delincuentes comunes.
Tras publicar el pasado 11 de julio un emotivo mensaje a través de una directa de sus redes sociales, de Céspedes fue acusado de "incitación a la rebelión". La Seguridad del Estado utilizó sus palabras en el video como "prueba" para acusarlo de dicho delito.
Tras haberse encendido la mecha del estallido del 11J en San Antonio de los Baños y haberse difundido las imágenes de las protestas por las redes sociales, de Céspedes animó a los camagüeyanos a unirse a la protesta, diciendo que había llegado el momento de salir a la calle a reclamar libertad al régimen cubano
"Este pueblo no resiste más. Éste es el momento. Vamos a ponerle fin a esta dictadura sanguinaria, que nos está matando aquí", dijo Céspedes a sus seguidores de Facebook con lágrimas en los ojos.
A finales de agosto, tras su excarcelación, el Patriota de Camagüey envió un audio a la redacción de CiberCuba en el que afirmó: "Ya estoy en libertad, ya el Patriota está en la calle con más deseos todavía de seguir luchando por nuestra Cuba libre. Libertad, Patria y Vida", saludando a sus seguidores, que estaban muy pendientes de su situación, así como a todos los que pidieron su liberación.
Asimismo, explicó que fue excarcelado con un cambio de medida que le aprobó el fiscal provincial de Camagüey, quien acudió a la prisión de cerámica Roja, donde se encontraba De Céspedes, para hacerla efectiva.
La medida impuesta al activista a cambio de su excarcelación fue la reclusión domiciliaria durante tres años, con permiso para desplazarse únicamente de la casa al trabajo. "Estoy bien, no me ha pasado nada, hay Patriota aquí para rato, dispuesto a seguir luchando por la libertad de Cuba", dijo en aquel entonces.
Por su parte, a principios de octubre, la fiscalía provincial solicitó una condena al activista de 18 meses de cárcel por el presunto delito de “instigación a delinquir”.
A pesar de las amenazas y decisiones parcializadas de la justicia del régimen, de Céspedes ha mantenido intacta su determinación de seguir denunciando la opresión en Cuba y exigiendo derechos y libertades negadas al pueblo por parte del régimen.
Su voluntad y su firmeza han llegado a emocionar a miles de cubanos que han seguido su trayectoria de activistas por los derechos y libertades de sus compatriotas.
Pero también han activado los mecanismos represivos de un Estado capturado por un régimen totalitario que teme que su actitud contestataria sirve de ejemplo a otros cubanos, y que este lunes rodeaban los tribunales de policías y represores de civil, horas antes de celebrarse el juicio a Bárbaro de Céspedes.
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