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El esperado estreno del cineasta Lester Hamlet como director de telenovela se dará el próximo 22 de diciembre con la llegada de “Tú” a la pequeña pantalla cubana.
Según afirma Hamlet en exclusiva a CiberCuba, la propuesta de 56 capítulos trae la visión de alguien que no es espectador ni realizador de telenovelas. Propone una mirada alejada de lo que ha sido el género hasta ahora y el entusiasmo de un director que “quiso divertirse mucho, soñar y crear con el guión que le entregaron”.
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Aunque ha conocido de cerca el impacto de las telenovelas en la audiencia nacional, no recuerda haber visto ninguna completa. No obstante, espera que “Tú” pueda ser aplaudida por el público, como lo han sido anteriormente sus películas.
“El mayor reto y la mayor felicidad también ha sido tener que salir de mi zona de confort, de mis dramas más intimistas, más familiares, de poquitos personajes, para contar una historia con cuarenta y pico o cincuenta actores, llena de subtramas; multiplicar hasta el infinito los minutos de producción que he solido tener en el cine, y asumirlo en un momento histórico tan convulso, tan especial, como han sido estos años donde el COVID-19 ha dominado la vida de la humanidad”, confiesa el creador de filmes como “Casa Vieja” y “Fábula”.
“Tú” debió salir al aire hace alrededor de un año, pero su producción tuvo que detenerse durante ocho meses, tras la entrada del coronavirus a Cuba en marzo de 2020.
Todavía en plena pandemia fueron retomadas sus grabaciones “con mucho miedo sobre todo por la salud de los actores”, advierte Hamlet. “Grabamos con poca figuración, de manera muy puntual, con mucha valentía, con coraje, con ganas de trabajar, pero igualmente con mucho respeto y amor por la vida de todos los que intervinieron en el rodaje”.
Nacida de una idea original de Alberto Luberta y con guión de Amílcar Salatti, Yoel Infante y Eduardo Vázquez, “Tú” se enfoca en la realidad de las personas sordas y en cómo logran reinsertarse plenamente en la vida social desde edades tempranas. Asimismo, se acerca a otras sensibles verdades de la cotidianidad cubana.
En palabras de Hamlet, “el guión aporta toda la cosa anecdótica, la fábula, la progresión de la historia, la diversión. Está lleno de peripecias, de personajes, de situaciones. Más que una novela común creo que es muy coral porque todos los que interpretan las subtramas se convierten también en protagónicos. No podría decirte que tenemos una novela donde los protagónicos son únicamente la pareja romántica. Hay muchos más conflictos que están en juego”.
Este graduado de Dirección de Cine en el Instituto Superior de Arte asegura que contar con un elenco de lujo ha traido “un sinfín de cosas maravillosas y mucha seguridad a la hora de trabajar”. Patricio Wood, Bárbaro Marín, Michaelis Cué, Néstor y Luisa María Jiménez, Daisy Granados, Herón Vega e Isabel Santos son solo algunos de los créditos que aparecen en una novela que, a punto de ver la luz, despierta gran expectativa.
Según plantea Hamlet, el guión ha estado apoyado por actores que poseen en su mayoría prestigiosas y sólidas carreras y son especialmente queridos por los espectadores del país y por él mismo. Sin embargo, “cada cosa es fundamental: la fotografía, la edición, la música, etc.”. Vale destacar que la banda sonora de la novela incluye temas interpretados por los propios actores y que cantantes como Haila María, Luna Manzanares y Telmary actúan en ella.
Para el líder de este equipo creativo, que ha pretendido revolucionar la estética audiovisual de la telenovela tradicional, “dirigir ficción por primera vez para televisión ha sido tener la oportunidad de estar filmando todos los días durante muchos días, de estar haciendo lo que más me gusta en la vida durante muchos meses, de conocer a grandes profesionales con los que me gustaría mucho trabajar una, y otra, y otra vez. Ha sido tener la alegría inmensa de encontrarme cada día con mis actores favoritos.
“Para mí la única diferencia con respecto al cine ha estado en lo altísima que es la norma de producción de las telenovelas; el poco tiempo que tiene uno para regodearse porque es un proceso mucho más inmediato, donde no se permite tanto pensamiento como en la preparación de una película. Por eso tuve que hacer que mi cabeza estuviera girando mil veces a más velocidad de la que gira en condiciones normales, que para mí son las de hacer cine porque es a lo que estoy acostumbrado”, concluye.
Delante de cámaras
La actriz Alicia Hechavarría (Anabel), que en “Tú” vuelve a coincidir con su padre Fernando, considera que Hamlet trae una manera de hacer que llena de frescura cada escena, “desde la cantidad de planos que puede tener una secuencia hasta el espacio de creación, de improvisación para sentirnos vivos, que nos da a los actores.
“Un buen guión garantiza la mitad del camino ganado y, si a eso se le suma el elencazo que tenemos, las manos de Lester Hamlet y la fotografía de Ariel Navarro, me atrevo a decir que podemos llevar la historia a otro nivel porque la imaginación vuela en cada capítulo. Pienso que esa libertad estará reflejada en las pantallas”, agrega.
La joven protagonista de “Tú” interpreta a una maestra de una escuela para sordos e hipoacúsicos y su tarea más difícil fue mantener la línea del personaje. “El proyecto estuvo detenido demasiado tiempo por la pandemia. Ha sido el más largo de toda mi carrera, pero a la vez representa un regalo de vida, porque lo retomamos con energías renovadas”.
A excepción de Edgar Quintero, que es bailarín y demuestra “con creces” sus dotes como actor en la novela, el resto de los niños con los que trabajó Hechavarría son alumnos del colegio que usaron como locación. “Fue un regalo para mí compartir con cada uno de ellos y un reto porque tenía que estar a la altura”, dice emocionada.
Además de estresante, fue hermoso volver al set, “por estar vivos, por realizar nuestra mejor terapia que es actuar y por poder llevar toda esa energía a los personajes y a nuestra audiencia. Tuvimos que parar varias veces cuando retomamos el rodaje de la novela porque cada vez que aparecía un caso (incluso tomando todas las medidas) debíamos protegernos. Eso creó una complicidad mágica porque todos estábamos pasando por la misma experiencia a la vez”.
En esta novela, que tiene “un poco de todo: comedia, picardía, drama, amor, pero aterrizado en el contexto de la realidad cubana de hoy”, a Hechavarría se unen jóvenes actores como Gabriel Wood (que se estrena en un protagónico), Denys Ramos, May Reguera, Yasbell Rodríguez, Armando Miguel Gómez, Yailene Sierra y Leonardo Benítez.
Al decir de Ramos, que hace del controvertido Rangel hijo de Dulce (Edith Massola), su personaje escapa de lo que ha hecho hasta el momento. Es “un enfermo enamorado de Anabel y sufre algunos cambios que surgen por sorpresa. Me divertí enormemente haciéndolo y espero que con ese mismo espíritu se pueda disfrutar”.
Pero cuando leyó el libreto no le cayó bien Rangel. A tenor con Ramos, “es un personaje que tuve que pensar y trabajar mucho. Me tuve que dar psicoterapia yo mismo para salir y entrar en él lo más que pudiera porque la impresión que tuve al leer los guiones fue muy fuerte. Realmente aborrecí al personaje hasta los capítulos cuarenta y pico que hay un punto de giro en su historia. Hasta entonces lo odié mucho como espectador. Quererlo fue algo en lo que Lester influyó mucho.
“Luego, me encantó, me enamoré tremendamente de Rangel porque fuimos transformado su esencia con experiencias hasta simpáticas. Es un personaje vivo, en el que muchísimas personas pudieran verse reflejadas. La entrega que puso cada parte del equipo hace que sea un producto de mucha dedicación, amor y respeto por nuestra profesión. Tengo mucha fe en ‘Tú’, pero también sé que el público es quien dice la última palabra”, explica.
También ha sido la producción más larga que ha tenido en su vida Ramos. Fueron “casi tres años, dos de ellos de filmación”, en los que lo más complicado fue sobrevivir, “guardar ese personaje sin que se te fuera para poder seguir creando; retomar las grabaciones con temor y como si el tiempo no hubiera pasado. Muchos subimos o bajamos de peso, muchos pasamos por terribles pérdidas familiares, conflictos de muchos tipos como los debe haber vivido todo el mundo”.
Por otro lado, la presencia de Hamlet como director constituyó un estímulo para él. “Ser dirigido por alguien que además es actor, que entiende lo que le pasa a uno cuando está delante de las cámaras, que lo escruta, que lo conoce, que profundiza en uno, es maravilloso. Te guía, pero a la vez te da una libertad que da miedo; es como estar a punto de dar un salto y no saber cómo va a terminar”.
Destaca que “nosotros, que ya vivimos en país con crisis, con muchos impedimentos económicos cuando de producción se habla, de comodidades que son indispensables y que muchas veces son difíciles de cumplir, vimos cómo se agravaba la situación con una pandemia. Pero no por eso hemos dejado de hacer y de poner todo el empeño en lograr un producto cubano de alta factura, que es lo que está esperando el público. Estamos acostumbrados a actuar enfermos, con fiebre, disgustados, en medio de problemas existenciales, de asuntos personales. Trabajamos sin importar qué nos esté pasando, incluso si es una pérdida dolorosa. La pandemia ha sido algo muy terrible, pero no nos ha detenido”.
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