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Exiliados cubanos en Francia han criticado duramente al político socialista Jérôme Royer, exalcalde de la localidad de Jarnac, y a Jacques Marsac, alcalde de Genouillac, en el departamento de La Charente, por su proyecto de llevar 15 médicos cubanos a esa región rural en el occidente del país.
"Los cubanos exiliados en Francia, impedidos de permanecer en nuestro país de origen por defender la libertad y la democracia, instamos a la comunidad de ayuntamientos de Charente Limousine a abandonar este proyecto", solicitó la Asociación Francia por la Democracia en Cuba (AFDC), en una carta enviada al periódico Charente Libre.
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Los exiliados respondieron así a un artículo publicado el lunes 20 de diciembre sobre el proyecto de llevar a 15 médicos cubanos al departamento de Charente por dos años, noticia por la que se declararon "sorprendidos".
"Consideramos que este proyecto es escandaloso por las siguientes razones: desde la década de 1970, el gobierno cubano ha hecho de la formación masiva de médicos, y especialmente de su exportación al exterior, un arma de su propaganda política y su principal fuente de divisas. Cerca de 30,000 profesionales de la salud cubanos han sido enviados a 67 países, en busca de ganancias financieras sustanciales en un país cuya economía ha sido devastada por el régimen de Castro", denuncia la misiva.
Los cubanos explicaron que el gobierno cubano se apropia de los sueldos de estos profesionales –entre 5,000 y 6,000 euros mensuales–, y que el exalcalde socialista "reconoce que es el Estado cubano el que va a recaudar los fondos, sin que esto le parezca un problema. De estas sumas, solo se paga a los médicos entre el 10% y el 15%, que se bloquean en sus cuentas en Cuba hasta su regreso".
La Asociación recordó que el duro impacto causado por el coronavirus en la Isla "se debe notablemente a la falta de profesionales de la salud, consecuencia de esta explotación forzada del personal médico, a quien el gobierno cubano prefiere exportar por razones económicas antes que ponerlo al servicio de la salud de su propio pueblo, que está muriendo en hospitales en ruinas, sin médico y sin medicinas".
Asimismo, denunció que la situación de esos profesionales es equivalente a formas de esclavitud moderna.
"Los médicos cubanos en misión sufren múltiples restricciones y violaciones de sus libertades fundamentales. Para cumplir con su supuesta 'misión humanitaria', están obligados a trabajar hasta 64 horas semanales, monitoreados por los servicios de inteligencia cubanos, que controlan todos sus movimientos, al punto de confiscarles sus pasaportes. Para que los médicos no escapen del yugo del régimen, las familias que quedaron en Cuba actúan como rehenes. Pese a estas medidas, más de 5,000 médicos cubanos han logrado escapar", precisa el texto.
Los cubanos residentes en el país europeo piden que se tome nota de que estas prácticas "han sido condenadas por gran parte de la comunidad internacional", incluido el Parlamento Europeo en su resolución del 10 de junio de 2021. Además, "622 médicos cubanos han testificado ante la ONU y la Corte Penal Internacional, y han sido objeto de informes de ONG como Prisoners Defenders o Human Rights Watch".
"Una vez que estos hechos se conocen y las fuentes son de acceso público, no es posible que los señores Jérôme Royer y Jacques Marsac, ambos en el origen de este proyecto, desconozcan la condición de esclavos de los médicos cubanos. Para que conste, la explotación de una persona reducida a la esclavitud es un delito punible con veinte años de prisión según la legislación francesa", agregaron.
Al explicar su iniciativa para atenuar la "desertificación de los servicios de salud" en el mencionado territorio francés, Royer había afirmado que "Cuba es el campeón internacional en la formación de médicos. No hay nada de absurdo en traerlos aquí; ya traemos practicantes rumanos", sin "reparar" en la idea de que, en el caso de los rumanos, no existe una relación de semiesclavitud con Bucarest, como la denunciada por el Parlamento Europeo respecto a La Habana.
La Asociación Francia por la Democracia en Cuba es una asociación sin fines de lucro que busca ayudar a la sociedad civil cubana en su lucha contra la dictadura, y concienciar a franceses y europeos en general del sufrimiento del pueblo cubano.
En noviembre, la organización demandó al gobierno cubano el "retorno al país del personal médico en el extranjero", con el fin de que puedan atender a sus compatriotas.
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