El opositor cubano Armando Trujillo González, miembro del Movimiento Independiente Opción Alternativa, salió esta semana de prisión con 119 libras menos de peso y describió los maltratos que recibió en el recinto penal durante dos años y medio.
“Lo que viví ahí parece una historia de ciencia ficción. Nunca tuve derecho a visitas, ni a jabas de comida. Me suspendieron el teléfono nueve meses”, declaró a la agencia de noticias independiente CubaNet poco después de recibir la libertad.
Trujillo González, residente en Matanzas, relató que tras las protestas pacíficas del 11J, las autoridades de la cárcel lo metieron en una celda de castigo y le impidieron acceder a su medicación para la hipertensión y la gota.
"Estuve nueve días preso en una celda de máxima seguridad, de castigo", recordó.
El opositor fue condenado por el presunto robo de un kilogramo de latas, tres cabillas, un pedazo de alambrón y un pedazo de acero níquel en un basurero donde había más personas.
"La Seguridad del Estado fue allí, me arrestó y a las otras gentes las dejó. Dice que tenían un seguimiento conmigo por ser un elemento contrarrevolucionario”, dijo a CubaNet.
Primero le ofrecieron que se convirtiera en un colaborador de la Seguridad, algo que rechazó porque va en contra de sus principios, luego la sentencia fue un arresto domiciliario (de la casa al trabajo) con la condición de que no fuera más por la sede de Opción Alternativa.
"A los cinco meses me recogieron hasta el día de hoy", señaló Trujillo González.
Cuando entró a la cárcel pesaba 289 libras y salió con 170, y el deterioro físico es evidente, tal y como se aprecia en las fotografías que divulgó la prensa independiente.
“Allí se le dan golpizas a los presos, son sometidos a vejaciones, maltratos, abusos”, denunció.
Las denuncias de las condiciones de las cárceles cubanas que hacen miembros de la sociedad civil independiente permiten visibilizar un problema que el oficialismo evita constantemente.
Aunque en la prensa estatal y el discurso estatal insisten en las buenas condiciones de las prisiones cubanas y el buen trato que reciben allí los reos, la realidad que relatan muchos detenidos es completamente diferente.
El Observatorio Cubano de Derechos Humanos denunció a mediados de este mes que el opositor Alexis Sabatela Ugarte, uno de sus colaboradores, fue golpeado en la prisión conocida como "Kilo Nueve" y que se encuentra sin atención médica.
"Lo tienen todo golpeado, lo mantienen tirado" en un aula y no puede ni respirar", dijeron a través de un comunicado.
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