El fotógrafo cubano Julio Llópiz-Casal, activista del 27N, exigió al gobierno de Cuba el respeto por la libertad de expresión en el país.
Llópiz-Casal aseguró que en la protesta de los artistas el 27 de noviembre de 2020 frente al Ministerio de Cultura, "muchas personas pasaron por encima de cualquier diferencia para ponerse de acuerdo en algo: En Cuba se tiene que respetar la libertad de expresión".
Las declaraciones del artista cubano fueron en entrevista concedida a Radio-Televisión Martí, desde Madrid. Señaló que 2021 fue un año definitorio para los nacidos en la isla. En su criterio los ciudadanos cubanos aprendieron que las redes sociales son una poderosa herramienta que los interconecta.
"Creo que también lo doloroso (en este periodo) es que se ha hecho explícito que el poder en Cuba no tiene ningún escrúpulo con castigar a la gente por simplemente hacer algo tan elemental que les toca como ciudadanos (manifestarse), decir lo que les parece que está mal en su sociedad. Algo tan simple como eso provoca una reacción inmensa”, dijo Llópiz-Casal.
El fotógrafo se refirió también al importante papel del Movimiento San Isidro (MSI) y dijo que su creación fue "una respuesta a algo tan específico como el Decreto 349".
El acuartelamiento de los miembros del MSI, Llópiz-Casal considera que fue lo que "hizo vivir algo como el 27N", cuando los artistas cubanos exigieron un diálogo con el gobierno para conducir al cambio político en Cuba y el fin de la represión del Estado. El intento fue frustrado por el régimen, pero el hecho marcó un hito en la historia reciente del país.
"Me siento muy orgulloso de haber experimentado eso", confesó el artista.
En abril Llópiz-Casal denunció la represión del Estado cubano contra el rapero Maykel “Osorbo” Castillo. Dijo que el régimen convirtió al artista urbano en "el puchimbá con el que el poder exterioriza sus frustraciones, su odio, su rencor, a base de golpes, a mano limpia".
Osorbo actualmente está en prisión, en una cárcel de máxima seguridad en Pinar del Río, por sostener, poniendo en peligro su propia vida, su postura política contestataria contra el gobierno de Cuba.
En noviembre de 2021, a pocos días de cumplirse un año de los hechos del 27N, la cubana Inés Casal Enríquez, madre del artista independiente Llópiz-Casal, alabó la valentía de los jóvenes cubanos que actualmente luchan por un cambio político en Cuba.
Casal es profesora jubilada. Contó que su generación se sumó al proyecto revolucionario y poco a poco el fervor del gobierno de Fidel Castro se convirtió en miedo, tristeza y "desencanto de haber entregado la vida entera a una mentira".
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