BARINAS, Venezuela 9 ene (Reuters) - Pasadas las seis de la mañana arrancó el domingo una nueva votación para escoger al gobernador del estado Barinas, entidad bastión del oficialismo de Venezuela por ser la cuna del expresidente Hugo Chávez.
Barinas, en las llanuras del oeste de Venezuela, ha sido gobernado durante dos décadas por la familia Chávez, pero en noviembre, cuando se realizaron las elecciones regionales de los 23 estados venezolanos, el oficialismo no consiguió la victoria.
El Tribunal Supremo, visto por la oposición como cercano al gobierno, ordenó repetir los comicios luego que inhabilitara al candidato opositor.
El aspirante oficialista, Argenis Chávez, hermano del fallecido mandatario, se retiró de la contienda y el partido socialista nombró al excanciller Jorge Arreaza como candidato a la gobernación, cargo que disputa con el opositor, Sergio Garrido.
La capital de la entidad desde temprano estaba tranquila, la presencia de los cuerpos seguridad se registraba en las cercanías a los centros electorales, según testigos Reuters.
En el Liceo O’Leary, que con 2.456 electores es uno de los más grandes de la ciudad de Barinas, ya tenía gente en fila a la espera de sufragar.
Carlos Camacho, un docente de 51 años y que estaba esperando para votar, dijo que había sido "de mal gusto" el fallo del Tribunal Supremo ordenando la nueva elección "si ya ganó un candidato, pero bueno aquí estamos cumpliendo con nuestro deber de ciudadano y mi llamado es a toda Barinas a votar porque creo todavía en una salida electoral".
"Este proceso era justo y necesario. Venezuela y, sobre todo, Barinas necesita un nuevo rumbo", dijo en la fila del liceo José Paredes, un jubilado de 66 años. "Necesitamos que Barinas triunfe, salga de este atolladero en que estamos metidos", agregó al referirse a los problemas que aquejan a esa localidad y a Venezuela como la falta de suministro de agua, electricidad, gas para cocinar, transporte, empleos, entre otros.
En unos 500 centros de votación de la entidad estarían habilitados para votar unos 600.000 electores.
El resultado de la nueva elección no alterará el control del partido socialista sobre la mayoría de las gobernaciones, pero podría ser una victoria simbólica para la fracturada oposición.
En los comicios regionales de noviembre el oficialismo ganó 19 de las 23 gobernaciones, aunque su votación disminuyó a 3,9 millones, según las cifras del Consejo Nacional Electoral (CNE), en comparación con los 5,9 millones de votos que obtuvo en las regionales de 2017.
Sergio Garrido, en entrevista a Reuters el viernes, dijo que la oposición está preparada con testigos en las mesas "para defender" el voto en la población. "Este es un pueblo que está decidido a salir a votar a favor de la democracia y la libertad de nuestra Barinas", agregó.
(Reporte de Deisy Buitrago en Barinas. Edición Mayela Armas y Vivian Sequera)
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