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El periodista cubano Abraham Jiménez Enoa logró viajar fuera de Cuba tras cinco años de regularización migratoria por parte de las autoridades de la isla que le impidieron en todo momento salir hacia otro país.
"Soñé mucho con este momento, pero ahora solo pienso en los cubanos que aún el régimen les impide la libertad de movimiento -un derecho humano-", escribió Jiménez Enoa en su perfil de Facebook este sábado.
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El post en la red social se acompañó de una foto desde el interior de un avión de Iberia con destino a Madrid, aunque el reportero no indicó si el motivo del viaje era por asuntos personales, profesionales o porque las autoridades de la isla lo obligaron a un exilio forzoso.
CiberCuba, interesada en conocer otros detalles del viaje le escribió a Jiménez Enoa, pero al momento de redactar esta nota no había recibido respuesta.
Abraham Jiménez Enoa (La Habana, 1988) es un reportero cubano y fundó en 2006, junto a otros jóvenes de la isla, El Estornudo, la primera revista dedicada al periodismo literario.
Debido a sus publicaciones en medios internacionales con gran alcance, en donde critica al régimen de La Habana y su activa participación en el acontecer mediático de la isla, fue víctima de acoso selectivo por parte de la Seguridad del Estado y la represión de la dictadura cubana.
El 2021 fue un año significativamente fuerte para Jiménez Enoa, ya que sufrió las consecuencias de opinar libremente sobre la realidad de Cuba.
Poco antes del 15N, fecha de la Protesta Pacífica por el Cambio, sufrió un arresto domiciliario ilegal, con un oficial de la Seguridad colocado frente a su vivienda, que le impidió hasta votar la basura.
"Me dicen que estoy en arresto domiciliario hasta que ellos decidan", escribió en las redes sociales.
Su columna en The Washington Post se convirtió en un escenario para narrar la realidad de Cuba con una visión alejada del discurso oficialista y triunfalista que muchos medios internacionales ofrecen de la dictadura.
Tras las protestas pacíficas del 11J en más de 60 puntos de la geografía nacional, Jiménez Enoa aseguró que "nada será igual en Cuba".
“Los cubanos han pasado de la inconformidad doméstica, de quejarse en casa y asentir en público, a la acción, y eso acaba de abrir una grieta en las arterias del corazón del régimen”, destacó.
El resto del artículo rememoró los "chispazos" de libertad que existieron en Cuba, previo a la protesta masiva contra el régimen, como la sentada frente al Ministerio de Cultura del 27N o la huelga de hambre de un grupo de artistas y activistas en San Isidro.
“Fue el verdadero pueblo el que perdió el miedo y salió a las calles: los barrios intrincados, los marginales, las provincias rurales, las más pobres, la gente para quien hoy es incluso más difícil que de costumbre sobrevivir en este país.
En Cuba hay al menos 246 personas identificadas como reguladas por el Ministerio del Interior, de acuerdo a los datos recopilados de manera independiente por el Instituto Patmos.
Esa organización de la sociedad civil aclara que la cifra es mayor, porque existen figuras religiosas que no pueden viajar fuera de la isla, pero no desean que sus datos sean revelados.
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