El joven Dixán Gaínza Moré, preso por participar en las manifestaciones del 11 de julio de 2021, denunció los malos tratos y el hostigamiento que recibe en una prisión de Camagüey tras negarse a participar en actividades de adoctrinamiento impuestas por las autoridades carcelarias.
En una llamada a su familiares, Gaínza Moré explicó que uno de los reclusos comunes lo presiona -a partir de indicaciones de los guardias- para que solo hable por teléfono durante 15 minutos el día autorizado, e impedirle que otros detenidos le cedan su tiempo de comunicación.
También agregó que el ensañamiento parece personal, pues junto a él están detenidos otros ocho participantes en las protestas masivas del 11J y ninguno recibe ese tipo de tratamiento. Además pidió dar a conocer que violan el Código Penal al permitir que otro preso, que cumple sanción por un hecho de sangre, imponga disciplina sobre el resto de los internos.
“Soy el único que no participa en los actos políticos que organizan ellos, el único que se resiste a que le laven el cerebro, el único que se resiste a que ellos traten de ponerlo en grupos, por ejemplo de capacitación (...) donde tratan de captarnos”, señaló el joven camagüeyano.
Gaínza Moré, de 35 años, fue arrestado en su domicilio luego de las manifestaciones del 11J, como parte de un operativo en el que participaron dos agentes de la Seguridad del Estado. Su madre, Maira Moré dio que en los primeros días de la detención pudo ver a su hijo una o dos veces, por unos pocos minutos y siempre rodeado de guardias.
Según informó la organización no gubernamental (ONG) Cubalex, el detenido pasó 16 días en huelga de hambre en la tercera unidad policial de la Carretera Central de Camagüey. Asimismo refirieron que, a pesar de no poseer antecedentes penales, lo transfirieron a la prisión de máxima severidad conocida como "Kilo 8".
La abogada que contrató su familia pidió en dos ocasiones un cambio de medida, sin que ninguna de las tentativas fructificara. La Fiscalía pide para Gaínza Moré una sanción conjunta de hasta 10 años de privación de libertad por los delitos de desorden público y atentado.
Sus abuelos, quienes viven en una situación precaria, pidieron en noviembre pasado la excarcelación de Gaínza Moré, pues era el apoyo principal de los dos ancianos y el encargado de ayudarlos económicamente y con las tareas domésticas que ellos, por su edad, ya no pueden realizar.
“Estamos viejitos y él es el único que se ocupa de nosotros, por eso necesitamos su libertad”, afirmó el abuelo, quien señor narró también que durante algunas semanas estuvo hospitalizado y no recibió la atención ni los medicamentos que necesitaba.
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