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Eralidis Frómeta Polanco, esposa del periodista independiente cubano Lázaro Valle Roca, denunció que lo están dejando morir en la cárcel, pues su salud está ahora mismo muy delicada y no recibe la atención médica necesaria dentro de la prisión Combinado del Este.
La pareja del reportero dijo a CubaNet que pudo visitarlo el 12 de enero y añadió que “llevaba un par de días haciendo fiebre muy alta y no sabemos si es que se ha venido complicando debido al fallo renal [que padece]. Ya lleva siete meses en el régimen penitenciario sin recibir asistencia médica especializada”.
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Frómeta Polanco agregó que su esposo presenta también varias manchas en la piel y padece gripe desde noviembre de 2021. Según afirmó, por ninguno de sus problemas de salud ha sido tratado, en una muestra de la crueldad del sistema penitenciario cubano.
Explicó también que Valle Roca desarrolló el fallo renal estando aún en Villa Marista y, desde ese entonces, no lo han llevado a ningún hospital a ser valorado por un nefrólogo, en un intento del régimen castrista de quebrantar su salud todo lo posible.
Ante el deterioro de su condición, el reportero independiente cubano envió a su esposa una carta, para prever que en el juicio no le permitan defenderse. En la misiva dejó bien claros sus principios, “por si mañana me muero, por si la soberbia de los dictadores me condena con el fin de debilitar mi espíritu y mis ideales”.
El texto fue escrito el pasado 24 de diciembre, pero hasta el 10 de enero no pudo llegar a manos de Frómeta Polanco. “Hoy vemos cómo por solo tirar unas piedras, una multitud hambrienta, cansada de tantas mentiras y promesas incumplidas es sancionada a 20 y 25 años de prisión, golpeada y vejada por las fuerzas represivas”, escribió Valle Roca.
El proceso judicial del periodista independiente permanece estancado y ni a él ni a sus familiares les han informado la fecha en que pudiera realizarse, a pesar de que está detenido desde mediados de 2021, por cumplir con su trabajo.
Valle Roca fue arrestado por filmar y publicar en redes sociales un video en el que varios activistas lanzan octavillas antigubernamentales en La Habana. Desde la jornada de su aprehensión, han transcurrido más de siete meses y, además de la negativa a atender su salud, las autoridades carcelarias tampoco permiten que se le envíen a prisión los medicamentos necesarios para su restablecimiento.
Frómeta Polanco afirmó que su integridad física también se ha visto perjudicada por los maltratos, la incomunicación y las condiciones de los calabozos de la cárcel que maneja la Seguridad del Estado en Villa Marista. A pocos días de su detención arbitraria, el Comité para la Protección de los Periodistas exigió su liberación, pues el arresto viola los derechos humanos del periodista independiente y compromete aún más la libertad de expresión, un valor del que los cubanos no pueden disfrutar bajo el régimen castrista.
Por aquellas jornadas, Frómeta Polanco denunció en redes sociales que no le permitieron verlo durante más de 10 días y que el instructor policial que llevaba el caso se negó a atenderla en repetidas oportunidades. "Solo continúan diciéndome que el instructor se comunicará conmigo por si tengo que nombrar un abogado. Es toda noticia que me dicen al respecto del caso de Valle Roca. Se continúan violando sus derechos. Ya son más de 96 horas privado de su libertad y nada de respuesta del habeas corpus presentado en el Tribunal Supremo de La Habana", señaló en ese entonces.
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