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Pareja cubana de Miami acusada de robar $2.5 millones de dólares en pescadería de Cayo Hueso

Desde 2021, el dueño de la piscifactoría y tres pescadores comerciales contactaron a la oficina del sheriff del condado de Monroe y afirmaron que la pareja estaba robando dinero, luego de detectar acciones irregulares, cometidas varios meses atrás.

Marianela Armenteros y Yamir González-Betancourt © Policía Miami-Dade
Marianela Armenteros y Yamir González-Betancourt Foto © Policía Miami-Dade

Este artículo es de hace 2 años

Una pareja de cubanos residentes en Miami fue acusada de apropiarse de 2,5 millones de dólares en operaciones fraudulentas en una pescadería de Cayo Hueso, Florida, donde ambos trabajaban, informaron fuentes policiales.

Marianela Armenteros, de 44 años, y Yamir González-Betancourt, de 53, fueron arrestados el viernes en su casa en Miami y conducidos ante las autoridades del condado de Monroe para presentarles los cargos delictivos.

Armenteros se desempeñaba como directora general y su compañero como subdirector del negocio, propiedad de la empresa Valero-Durán. Desde 2021, el dueño de la piscifactoría y tres pescadores comerciales contactaron a la oficina del sheriff del condado de Monroe y afirmaron que la pareja estaba robando dinero, luego de detectar acciones irregulares, cometidas varios meses atrás.

Según reveló la investigación policial, Armenteros puso miles de etiquetas comerciales de cangrejo de piedra y langosta a su nombre, cuando estas deben marcarse con el de los pescadores comerciales.

Este proceder, además de desviar efectivo a su bolsillo, impedía a los otros trabajadores pescar de forma legal y ganar dinero con sus correspondientes capturas. Igualmente, la sospechosa además traspasó la licencia de un barco a su nombre, sin la autorización del legítimo propietario. La empresa, también reportó pérdidas económicas, debido a que los pescadores no pudieron vender su producto a ellos de forma directa.

En el caso de González-Betancourt, la oficina del sheriff del condado de Monroe, lo acusa de una estafa relacionada con la venta de langostas a compradores de exportación. El individuo hacía que los exportadores adquirieran los crustáceos a través de él directamente y lo pagaran en efectivo.

Por sus acciones de desfalco, Armenteros se enfrenta a múltiples cargos de hurto mayor, por una cifra que asciende a los 100,000 dólares. Mientras que su pareja, González-Betancourt, fue acusado del mismo delito, también con una cantidad similar de dinero.

Los dos sospechosos fueron apresados y trasladados al condado de Monroe donde serán procesados por sus delitos. La fianza determinada por el tribunal de la zona fue de 400,000 dólares en el caso de Armenteros y de 100,000 para González Betancourt.

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