El preso político cubano William Manuel Leyva Pupo permanece plantado y en huelga de hambre durante casi dos semanas en la prisión provincial de Holguín, por lo que su salud se debilita rápidamente y fue necesario ponerle sueros.
Leyva Pupo, de 22 años y con antecedentes de esquizofrenia, perdió al menos cuatro kilogramos en todos estos días, según denunció en Facebook la activista cubana Salomé García Bacallao, de Justicia11J.
"Hubo que ponerle suero, pues él nunca se había plantado, nunca había estado preso, nunca había pasado hambre. Aun así sigue firme en sus ideas. No está comiendo nada de la prisión, ni está aceptando aseo ni atención médica", escribió la activista.
García Bacallao agregó que esta semana el preso político recibió visita de su madre, Idelsys Pupo, quien calificó el encuentro como el más incómodo de los últimos seis meses, porque durante hora y media había un guardia presente y todo lo que se dijo o hizo quedó grabado en una cámara.
"A ella la habían citado dos veces para disuadir a William Manuel de que abandonara la huelga que mantiene junto a Yosvany Rosell García y Cruz García Domínguez", recordó la joven cubana residente en España.
William Manuel Leyva Pupo admitió en el juicio, que concluyó el pasado 14 de enero, su participación en las manifestaciones pacíficas del 11J, por lo que la Fiscalía ratificó su petición de 18 años de privación de libertad por el delito de sedición.
"Dijo que estaba preso por defender su Patria, porque quería vivir en un país libre", enfatizó García Bacallao.
Hace más de una semana Pupo pidió fe de vida para su hijo, al conocer que prolongaba su huelga de hambre y permanecía plantado en la prisión.
La cubana acusó a Miguel Díaz-Canel de ser el principal responsable de lo que sucede en la isla, sobre todo con los manifestantes del 11J, porque fue quien dio "la orden de combate"
“Él mismo desató una guerra entre cubanos, solo que fue una guerra de león para mono”, dijo la madre del preso político.
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