El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dio por perdido el dinero prestado a Cuba por los gobiernos de izquierda que antecedieron a su administración.
Si bien el mandatario reconoció que los préstamos bajo las administraciones de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) y Dilma Rousseff (2011-2016) fueron legales, con apego a las leyes brasileñas, dijo que estos se hicieron "sin garantías", especialmente los destinados a Cuba y Venezuela.
Los cuestionados préstamos concedidos a otros países fueron "legales", pero se hizo "mal uso" de los recursos públicos y ahora naciones como Cuba o Venezuela no pagarán sus compromisos crediticios, explicó Bolsonaro, según un reporte de la agencia de noticias EFE.
"Ese dinero se debe ya contabilizar como perdido", dijo, al referirse al dinero enviado a Nicolás Maduro y al "dictador cubano", como llamó públicamente a Miguel Díaz-Canel.
Los préstamos fueron emitidos por el estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) durante los gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT) y beneficiaron también a otras naciones, como Argentina, Angola, y Ecuador.
El presidente del BNDES, Gustavo Montezano, quien acompañó a Bolsonaro a su programa semanal en redes sociales, explicó que la entidad prestó durante los mencionados gobiernos de izquierda recursos a esos países por un valor de 420,000 millones de reales (unos 77,777 millones de dólares).
De ellos, 3,600 millones de reales (unos 666.6 millones de dólares) fueron prestados a Cuba, que prometió pagar o dar la posibilidad a Brasil de embargar la producción de tabaco cubano, cada vez más en picada.
Sin embargo, la nación caribeña dejó a deber $561 millones de dólares, casi 86% del monto adeudado, dijo Montezano en 2019.
"Se hicieron cosas más allá de las que deberían hacer aquí en Brasil, como hidroeléctricas, metro, aeropuertos, puertos o saneamiento en otros países", criticó Bolsonaro.
Uno de los préstamos realizados por Brasil a Cuba se destinó a la construcción del Puerto del Mariel, y en 2018 trascendió que la nación caribeña estaba demorando el pago de 17,3 millones de dólares a BNDES, en concepto de cuotas mensuales relacionadas con la financiación subvencionada que recibió la Isla para las obras de modernización del puerto, situado a 40 kilómetros de La Habana.
En 2019 una auditoría del Banco reconoció que el 64 por ciento de los $650 millones de dólares financiados por la entidad brasileña para las obras del Mariel fue malversado. Los fondos malversados en el megaproyecto cubano rondarían los $416 millones de dólares, apuntó.
Ese mismo año Montezano, pronosticó que la interrupción de los pagos de la deuda cubana representará pérdidas millonarias para la institución.
De los $656 millones de dólares que el banco prestó para la construcción del Puerto del Mariel, Cuba dejará a deber $561 millones de dólares -casi 86% del monto adeudado-, adelantó el dirigente.
Ese día Bolsonaro lo interrumpió y preguntó: “¿Qué produce Cuba para necesitar un puerto de primera como ese (el del Mariel)? ¿Cuál es el producto de exportación de Cuba? ¿Tabaco? El pueblo tiene un salario promedio de 20 dólares, ¿esa masa tiene poder adquisitivo para comprar productos importados? ¿Por qué este puerto de primera allí? Ciertamente fue una por cuestión ideológica”, argumentó.
¿Qué opinas?
VER COMENTARIOS (3)Archivado en: