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El actor cubano Erdwin Fernández ofreció sus primeras declaraciones tras llegar a Miami junto a su esposa el pasado domingo y relató las presiones recibidas dentro de la isla por sus constantes publicaciones críticas en redes sociales.
"Yo soy muy sincero, a mí por las críticas publicaciones nunca me citaron en el Ministerio del Interior ni la Policía. En Cuba son muy cuidadosos con las figuras públicas", dijo Fernández en el show El Mañanero, del presentador cubano Alexander Otaola.
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El actor contó que a raíz de la primera publicación de ese tipo que hizo, que fue en defensa de la actriz Susana Pérez por los ataques que recibió tras poner su voz en una campaña del expresidente Donald Trump, fue citado por el Ministerio de Cultura en donde le advirtieron que estaban leyendo todas sus publicaciones y que estaban "averiguando si a ti te pagan".
"El problema es que todo lo que tú digas está considerado ser un mercenario del imperio, incluso criticar una medida económica", dijo Fernández, que a pesar de las advertencias continuó con sus publicaciones, aunque confesó que siempre sintió temor al expresarse.
Ante su "desobediencia", el Ministerio de Cultura lo volvió a citar para decir que le iban a suspender los pagos especiales que se estaban haciendo en medio del confinamiento por la pandemia.
"Hay muchas formas de intimidarte, y es duro porque tú no sabes hasta dónde van a llegar", resaltó.
El artista contó también que, a finales de noviembre, luego de una publicación que hizo en contra de los actos de repudio, lo volvieron a llamar del ministerio para decirle que parecía mentira que él estuviera "atacando a revolución". También dijo que le hacían constantes llamadas telefónicas, incluso de madrugada, para intimidarlo y advertirle que cuidara a su esposa y dejara "de ser tan hablanchín".
"Nadie tiene el derecho a insultarte porque tú pienses de manera diferente", destacó.
Fernández admitió que llegó un momento en el que toda esa situación se tornó insoportable, además de que empezó a tener menos trabajo en la televisión cubana, en la que ha estado trabajando de forma constante durante años. Él y su esposa decidieron entonces irse a México y cruzar la frontera para quedarse en Estados Unidos.
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