Kevin Whitaker, un exembajador de Estados Unidos en Colombia, aseguró este sábado que los planes militares anunciados por Rusia en Cuba y Venezuela son “pura distracción y no engañan a nadie”.
“No se trata de una proyección real de poder. Es una exhibición y nada más”, dijo Whitaker, quien también fungió como diplomático en Venezuela, Nicaragua y al frente de la Oficina de Asuntos de Cuba en Washington D.C., según un extenso reportaje analítico de la agencia AP.
Tales declaraciones surgen cuando Moscú –ante una escalada en las tensiones con Ucrania– ha advertido que podría “desplegar tropas o activos militares en Cuba y Venezuela” si EE.UU. y la OTAN mantienen sus actividades en las cercanías de Rusia.
“Una de las enseñanzas más importantes de la Guerra Fría para América Latina es que no quiere ser tratada como un peón en el juego de otros”, dijo Whitaker.
Asimismo, consideró que “lo que Rusia está haciendo muestra una enorme falta de respeto por la soberanía de gobiernos que son supuestamente sus aliados”.
Rusia ha insinuado recientemente que la negativa de Estados Unidos a cumplir sus demandas en materia de seguridad podría dar pie a una cooperación militar más estrecha con aliados en América Latina.
Pero la imposibilidad de desplegar tropas de Moscú en los mencionados países latinoamericanos ha sido reconocido, incluso, por los funcionarios leales al presidente Vladimir Putin.
“Cuba y Venezuela son países cercanos a nosotros, son nuestros socios, pero no podemos desplegar elementos allí”, dijo el expresidente (2008 y 2012) Dmitri Medvédev, quien es el actual subdirector del Consejo de Seguridad de Rusia.
El asesor de Seguridad Nacional de EE.UU., Jake Sullivan, también desestimó rápidamente las amenazas rusas, mientras expertos aseguran que después del considerable despliegue de soldados en su frontera con Ucrania, la capacidad de Rusia para enviar tropas al hemisferio occidental, a miles de kilómetros de distancia, es limitada en el mejor de los casos, subraya el cable de AP.
No obstante, señala que el acercamiento estratégico de Rusia en América Latina es real: esta semana Vladimir Putin sostuvo una llamada telefónica sobre “cooperación estratégica” con sus homólogos de los regímenes totalitarios de Cuba, Nicaragua y Venezuela, Miguel Díaz-Canel, Daniel Ortega y Nicolás Maduro respectivamente.
El gobierno de Rusia afirmó ese día que Putin y Díaz-Canel no hablaron de desplegar bases militares en Cuba durante su conversación telefónica el lunes 24 de febrero.
La agencia de noticias recuerda que en la última década, a medida que la influencia de EE.UU. en la región ha ido disminuyendo, Moscú y otros gobiernos como China e Irán han fortalecido sus lazos con las mencionadas naciones, a través de negocios como la venta de armas, acuerdos de financiamiento y un acercamiento diplomático.
"Moscú ayudó a Venezuela a diseñar una criptomoneda, perdonó una deuda de 35.000 millones de dólares a Cuba y dirige un complejo antidrogas de alta tecnología en Nicaragua, que muchos creen que es una base encubierta para espiar en toda la región. También envió un avión cargado de provisiones médicas a Cuba para ayudarle a luchar contra la pandemia del coronavirus", señala el reportaje.
Aunque a pesar de la polémica Díaz-Canel, Ortega y Maduro no se han referido a los supuestos planes de Rusia y le han agradecido la ayuda, hasta ahora han guardado silencio sobre Ucrania, lo cual ha sido interpretado como un indicativo de que no desean verse arrastrados a otra disputa geopolítica.
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