Raúl Almeida, periodista, presentador y locutor de deportes del telecentro de Cárdenas, TeleBandera, arribó a Miami, donde relató que fue expulsado de su trabajo en el canal oficialista tras negarse a hacer reportes para desmontar la protestas del 11J.
Según asegura, su desafío le costó su empleo en esos medios y aceleró su decisión de huir con su familia de la isla.
“El 11 de julio el régimen cubano se sintió completamente desesperado y salió a hacer una Cruzada en todos los frentes. Todo el que no estuvo de acuerdo con ellos, fue sencillamente desechado. Todo el que quedó, en el caso de la televisión, tuvo que hacer trabajo para ellos”, dijo Almeida en declaraciones recientes para América Noticias.
“Yo, que no tenía nada que ver con la política, me dijeron ‘tienes que ir a un hospital o tienes que ir a la calle a desmontar lo que está sucediendo o sencillamente tienes que abandonar'”, explicó Almeida, quien recordó que las protestas fueron especialmente virulentas en Cárdenas, donde un grupo de personas voltearon una patrulla en las inmediaciones de la sede municipal del Partido Comunista.
Almeida, que arribó a Miami tras cruzar desde México la frontera sur de EE.UU., cuenta que en el contexto de las protestas le dijeron que tenía que abandonar los temas deportivos para volcarse en la delicada situación que estaba viviendo el oficialismo.
“A partir de ahora no vas a hacer más nada de comentarios de deportes. No existe el deporte, el deporte está paralizado. Usted tiene que salir y ayudar a los medios o sencillamente no puede formar parte de nuestro colectivo si usted toma una decisión diferente, porque eso significa que estás de acuerdo entonces con lo que está sucediendo”, relata que le dijeron en Telebandera.
Asegura, además, que una gran mayoría de los periodistas de la prensa oficialista cubana saben que lo que el régimen les ordena reportar sobre la realidad en la isla es una mentira, pero que lo hacen porque no les queda más remedio.
“La mayoría de los periodistas en Cuba y los locutores saben lo que está sucediendo. Es lo que a veces nos molesta. Sabemos que la información que estamos haciendo es una mentira, pero sin embargo la tengo que hacer porque si quiero seguir trabajando en el medio tengo que hacerlo, y si quiero llegar a la televisión nacional o si quiero superarme, tengo que hacerlo”, comentó al describir el dilema que -según afirma- es común a muchos comunicadores.
El periodista refirió también que tras las manifestaciones antigubernamentales hubo 6 ó 7 familias de Cárdenas que huyeron del centro de la ciudad y se escondieron “como cimarrones” por miedo a represalias por su participación en las protestas, y tras ver lo que estaba pasando con los implicados.
Cuenta que, todavía hoy, hay vigilancia permanente en la sede del PCC en Cárdenas por miedo a que pueda repetirse lo sucedido.
Periodistas a la fuga
En las últimas semanas, al menos otros dos periodistas del Sistema Informativo de la Televisión Cubana han huido del país. A finales de enero llegó a Estados Unidos el locutor cubano Frank Abel Gómez Bernal, figura popular en la radio y televisión oficialista, quien pidió asilo político.
"Yo tenía mi trabajo, pero me estaba muriendo de hambre", confesó el presentador, de 43 años, quien negó unos presuntos mensajes pro-gubernamentales que habría publicado en sus redes sociales contra los movimientos 27N y el San Isidro.
Todavía en desarrollo se encuentra el caso de la periodista Yailén Insua Alarcón, exdirectiva del sistema informativo de la televisión cubana, quien acaba de pedir asilo político en Colombia tras quedar varada en ese país.
Insua Alarcón declaró este martes al canal Univisión 23 que tuvo que salir huyendo de Cuba por cuestiones de seguridad, pero que su destino final no era Colombia sino Nicaragua. Sin embargo, al llegar al aeropuerto de Bogotá el 5 de febrero no la dejaron continuar con su trayecto.
En su caso declaró que por sus diferencias de pensamiento con el gobierno cubano no ha podido desempeñar su labor periodística desde el 2017.
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