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Las compras de alimentos de Cuba a compañías de Estados Unidos escalaron hasta los $304.7 millones de dólares durante 2021, un crecimiento del 86% en las operaciones comerciales entre ambos países, según estadísticas oficiales.
El aumento de las transacciones cubanas en el mercado estadounidense es el mayor desde 2013, cuando la estatal Alimport pagó $348.7 millones para adquirir productos agrícolas de firmas estadounidenses.
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La casi totalidad de las importaciones cubanas el pasado año fueron de pollo congelado en distintas modalidades, que representaron el 91% de todo el volumen de compras en el mercado estadounidense.
En total, fueron $279.3 millones en compras de pollo congelado, que sirvieron para completar la deprimida canasta familiar y llenar las ofertas de los establecimientos en divisas, conocidos como tiendas MLC.
La mayoría de las adquisiciones fueron en cuartos de pollo ($17.7 millones), carne de pollo ($5.4 millones) y muslos de pollo ($3.7 millones), alcanzando el récord histórico de 307,600 toneladas adquiridas de este producto para un año desde que se iniciaron las ventas a Cuba en 2001.
Entre los restantes productos agrícolas adquiridos figuran pulpa de madera ($483,950 dólares), carne de cerdo ($282,418 dólares), carne de otros animales ($136, 016 dólares), mezcla de especias ($103, 393 dólares), arroz ($62,568 dólares), jugos de frutas ($27,074 dólares) y bebidas no alcohólicas ($24,912 dólares).
Las cifras fueron divulgadas esta semana por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos y están complementadas por el Consejo Económico y Comercial EEUU-Cuba (USCTEC), con sede en Nueva York.
Los datos de USCTEC provienen de los reportes oficiales de los departamentos de Agricultura y Comercio, de los puertos y los registros de las firmas exportadoras, pero no tienen en cuenta los costes añadidos del transporte, los recargos bancarios y otros gastos asociados al envío de los cargamentos Cuba. Son estrictamente los valores son los que recibió el exportador estadounidense.
El repunte de las compras cubanas a Estados Unidos se produjo en una etapa particularmente aciaga para la economía nacional, que experimentó una caída del 67% del flujo de visitas turísticas, la segunda fuente de ingresos del país. Solo en el primer semestre de 2021 Cuba recibió $2,413 millones menos que en el mismo período del año anterior, lo que disminuyó su capacidad de importaciones desde el exterior.
Sin embargo, el gobierno cubano no pudo prescindir del mercado estadounidense para adquirir alimentos básicos en medio de los insuficientes niveles de producción agropecuaria y de la crisis de acopio y distribución de las cosechas, lo que hace remota la posibilidad de "soberanía alimentaria" que se ha trazado como meta el gabinete ministerial del régimen.
Cuba importa el 80 % de los alimentos que consume el país, con un desembolso anual que alcanza los $2,000 millones de dólares, pues los índices de la producción nacional no logran satisfacer siquiera un tercio de la demanda interna.
Desde que el Congreso de Estados Unidos autorizó las ventas de alimentos a Cuba, en 2000, el monto total de las operaciones alcanza los $ $6,601 millones de dólares.
Con los registros compilados de 2021, Cuba ocupa el lugar 53 entre los países con mayores importaciones desde Estados Unidos. Todas las compras que el gobierno cubano realiza a entidades estadounidenses tienen que efectuarse con pago en efectivo por adelantado, sin opciones de crédito, lo cual es una de las barreras financieras impuestas por el embargo.
Varios proyectos legislativos en el Congreso de Estados Unidos para eliminar las restricciones de financiamiento en las ventas a Cuba no han recibido respaldo en el Senado ni la Cámara de Representantes durante la última década.
El reporte de USCTEC indicó también una disminución en las compras cubanas de medicinas y equipos médicos a firmas estadounidenses con relación año anterior en un 48% (solo $487,886 dólares). Las ventas de productos médicos, con carácter restringido, están autorizadas por la Ley de Democracia para Cuba (Ley Torricelli) de 1992.
Sin embargo, las cifras de donaciones humanitarias se elevaron hasta los $11 millones de dólares. El monto refleja solo las entregas hechas en vuelos fletados o contenedores de barcos, sin incluir las contribuciones personales de personas que viajan a la isla.
En 2020 Cuba recibió apenas $4.6 millones en donativos procedentes de Estados Unidos.
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