Frei Betto insiste en la harina de yuca como paliativo a crisis alimentaria en Cuba

“A pesar de que la harina de yuca aporta diversos minerales como calcio, potasio y magnesio, suele ser pobre en otros nutrientes que también son importantes para el organismo, por lo que su consumo debe ser moderado y en pocas cantidades”, recomienda un portal brasileño de salud.

Frei Betto acompañado de funcionarios y directivos del ministerio de agricultura © Facebook / Minoska Cadalso (Carlos Torres)
Frei Betto acompañado de funcionarios y directivos del ministerio de agricultura Foto © Facebook / Minoska Cadalso (Carlos Torres)

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Este artículo es de hace 2 años

El teólogo brasileño Frei Betto insistió este sábado en que los agricultores de Cuba produzcan y comercialicen harina de yuca para hacer frente a la crisis alimentaria que se vive en el país.

Declarado admirador de la “revolución cubana” y su líder, el escritor visitó el Instituto de Viandas Tropicales (INIVIT) de Villa Clara, en su condición de asesor de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).


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Acompañado del gobernador de la provincia, Alberto López Díaz y otras autoridades del ministerio de la agricultura, el sacerdote se mostró interesado en la producción de harina de yuca, muy utilizada en su país, principalmente en platos como la farofa, un acompañante típico en las comidas.

“Frei Betto se interesa por qué en Cuba no se comercializa y vende la harina de yuca, algo común en Brasil y una necesidad a resolver por las propiedades nutricionales de ese alimento”, indicó el periódico Vanguardia en sus redes sociales.

En cuanto a las mencionadas “propiedades nutricionales” de la harina de yuca –conocida por los cubanos desde tiempos precolombinos para la preparación del casabe- no son tantas, salvo por la presencia mayoritaria de los carbohidratos.

“A pesar de que la harina de yuca aporta diversos minerales como calcio, potasio y magnesio, suele ser pobre en otros nutrientes que también son importantes para el organismo, por lo que su consumo debe ser moderado y en pocas cantidades”, recomienda el portal brasileño tuasalude.com.

Las personas que sean diabéticas o que sufran de prediabetes deben evitar el consumo de este tipo de alimento, ya que favorece el aumento del azúcar en la sangre debido a que posee un elevado índice glucémico, añade el sitio.

En su visita al INIVIT, el Dr. Sergio Rodríguez Morales, director del centro científico, le dio la bienvenida y le explicó “las bondades de cultivos como la yuca, malanga y plátano, calabaza, papaya maradol y ñame, en pos del programa de soberanía alimentaria”.

El concepto de "soberanía alimentaria" lleva instalado en el discurso de los gobernantes cubanos desde hace unos años. Apareció en la primera Ley de Pesca aprobada en la isla (julio de 2019), en los pedidos oficialistas a sembrar más yuca, o en los planes del exespía Gerardo Hernández Nordelo para hacer de cada maceta una trinchera alimentaria para los cubanos.

“Todo forma parte del Plan Nacional de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional de Cuba y el gran esfuerzo de trabajo intersectorial que permitirá a nuestro país mantener sus logros en materia de seguridad alimentaria y nutricional y enfrentar desafíos como el autoabastecimiento”, indicó una publicación en redes sociales sobre la visita del teólogo al INIVIT de Villa Clara.

En enero de 2020, la Primera dama de Cuba, Lis Cuesta, presidió un banquete en el lujoso hotel Iberostar Grand Packard, de La Habana, en medio del clima de crisis alimentaria que caracteriza al país en los últimos tiempos. Como presidenta de "Cuba Sabe", la esposa del gobernante cubano Miguel Díaz Canel, invitó al teólogo brasileño para que ofreciera una conferencia magistral sobre soberanía alimentaria.

A finales de diciembre pasado, Frei Betto aseguró que en Cuba no hay hambre, pero que los cubanos tienen mucho apetito, en un artículo publicado el día de Nochebuena en el órgano oficial del Partido Comunista de Cuba.

"En Cuba no hay hambre. ¡Pero los cubanos tienen mucho apetito! El gobierno gasta más de 2,000 millones de dólares al año para importar alimentos, incluso de Brasil, al que le compra, entre otras cosas, arroz y pollo...", señaló el religioso, afirmando que la crisis alimentaria en Cuba es resultado del "bloqueo" impuesto por el gobierno de Estados Unidos.

"El cubano posee hábitos alimentarios que pueden perfectamente cambiarse, como la preferencia por el pan de trigo, un cereal importado. Cuba produce mucha yuca y tiene condiciones para adoptar también el pan de maíz y de harina de coco", añadió, insistente con la yuca el religioso.

"La carne puede cederle un lugar mayor al consumo de frijoles, lentejas, espinaca, maní, soya y aguacate, ricos en proteínas. Aunque la Isla no cuenta con mucho ganado lechero, las nuevas generaciones ya se acostumbran a la leche y el yogurt de soya", afirmó, suscitando un torrente de comentarios que manifestaron la indignación de los cubanos por las palabras del teólogo que “conquistó” a Fidel con su receta de camarones en leche de coco.

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Iván León

Licenciado en periodismo. Máster en Diplomacia y RR.II. por la Escuela Diplomática de Madrid. Máster en RR.II. e Integración Europea por la UAB.


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