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Bombardeos ocurridos este jueves a lo largo de la línea del frente de Donbás aceleran la escalada en el conflicto Rusia-Ucrania, mientras ambas partes intercambian culpas ante una nueva ruptura del alto al fuego en la región.
Esta mañana, proyectiles de artillería impactaron una guardería en la ciudad de Stanytsia Luganska, Lugansk, en la parte controlada por las fuerzas de Ucrania. Como resultado, hubo dos civiles heridos, según reportes de la Embajada de Estados Unidos en Kiev que culpa al ejército ruso.
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“El bombardeo por parte de Rusia de Stanytsia Luhanska en el territorio controlado por el gobierno ucraniano en Donbás impactó una guardería de niños, hirió a dos maestros y dejó sin electricidad en la aldea. El agresor en Donbás es claro: Rusia”, se lee en el tuit.
También ocurrieron “múltiples incidentes de bombardeos” en varias zonas a lo largo del borde fronterizo del Donbás compartido por tropas rusas y ucranianas, de acuerdo con los informes de la misión de observación de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) en la zona.
Asimismo, medios de prensa rusos informaron que el ejército ucraniano había bombardeado territorios pertenecientes a separatistas prorrusos respaldados por Moscú. Estos últimos aseguran, por su parte, que Ucrania empleó su artillería contra la autoproclamada República de Lugansk, independiente de Kiev.
El Kremlin ha negado que tenga intenciones de invadir a Ucrania, rechaza responsabilidad en la escalada del conflicto y ha dicho que retiraría parte de sus 100 mil efectivos militares de la frontera con Ucrania.
Sin embargo, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró este jueves que existen indicios de que Rusia planea invadir Ucrania en los próximos días y está preparando un pretexto para justificarlo, luego de que las fuerzas ucranianas y los rebeldes prorrusos intercambiaron fuego en el este de Ucrania, informó Reuters.
Según el reporte de la agencia de noticias, el Kremlin acusó a Biden de avivar la tensión y publicó una carta enérgica en la que inculpaba a Washington de ignorar sus demandas de seguridad y amenazaba con "medidas técnico-militares" no especificadas. Moscú también expulsó al funcionario número dos de la embajada de Estados Unidos.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, reafirmó ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que Rusia estaría buscando un pretexto que pudiera ser "un ataque falso, incluso real, con armas químicas” para invadir a Ucrania. “Rusia puede describir este evento como una limpieza étnica o un genocidio", agregó.
La preocupación del gobierno de Estados Unidos es compartida por los aliados de occidente quienes desconfían de las intenciones de Rusia, especialmente, desde la Crisis de Crimea en 2014.
En 2015, fue declarado un cese al fuego en esta frontera con el fin de poner fin al conflicto, sin embargo, la tregua ha sido violada frecuentemente por ambas partes desde entonces, lo cual ha dejado decenas de muertos y heridos en estos ocho años de beligerancias.
Los bombardeos de esta mañana incrementan la preocupación ante la posibilidad de una guerra de amplias proporciones y los ánimos se tensan de ambas partes del conflicto.
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