Más de 105,000 residentes en Sancti Spíritus sufren afectaciones en el suministro de agua, una situación que las autoridades achacan a la sequía que azota el territorio, la rotura de equipos y otras dificultades tecnológicas.
Aunque las escasas lluvias suelen ser presentadas como las principales responsables de los problemas de abasto de agua en Cuba, la realidad es que dos tercios de la población espirituana afectada padecen escasez del líquido debido a averías en los equipos de bombeo que datan de hace casi dos meses.
La subdelegada de Recursos Hidráulicos en la provincia, Yusliadys Lorenzo Coca, explicó al periódico Escambray que en este momento más de 50 obras de captación del líquido están afectadas, la mayoría porque sus niveles de agua han bajado por la falta de lluvias, y el resto por deficiencias tecnológicas o problemas con la calidad del agua.
Por ese motivo se decidió tomar medidas como la reducción de los horarios de entrega por red, o el suministro mediante el uso de carros cisternas.
"La población total afectada por esta causa (baja disponibilidad del recurso) asciende a 33,980 habitantes, mientras que por las otras razones se encuentran con limitaciones en el servicio otros 71,500", precisó.
Según la dirigente, hace alrededor de dos meses se rompieron dos equipos de bombeo en la estación de Tuinucú que aún no han sido reparados, lo cual obliga a distribuir el agua de forma inestable e insuficiente al municipio cabecera y a Cabaiguán.
También está afectada la obra de captación de San Juan de Letrán, en Trinidad, debido a que ese manantial se encuentra deprimido, por lo que el servicio a buena parte de los residentes en el municipio está limitado.
La mayoría de los embalses: Tuinucú, Higuanojo y Siguaney, están a más del 80 por ciento de sus capacidades, mientras que Lebrije, Felicidad, Dignorah y Banao superan levemente el 70 por ciento.
Sin embargo la importante presa Zaza ha bajado al 38 por ciento y Aridanes apenas supera el 30 por ciento.
Mientras cientos de miles de personas carecen de estabilidad en el abastecimiento, en la misma provincia espirituana el agua se derrocha por los miles de salideros a los que el gobierno es incapaz de poner solución.
El pasado noviembre, las autoridades gubernamentales acometieron la reparación de mayor envergadura en la red de suministros de los últimos años en la zona norte de la capital espirituana. Se suponía que los trabajos acometidos por tres días iban a solucionar los graves problemas de salideros y falta de agua que golpearon numerosos barrios y centros de trabajo durante años, sin recibir respuesta de las autoridades locales.
En 2021 se reportaron más de 9,000 salideros en la provincia, de los cuales 2,407 estaban en el municipio cabecera, donde en diciembre pasado la población solo recibió el servicio en días alternos por roturas de motores de la planta potabilizadora de Macaguabo.
Según el periódico Escambray, hay salideros recientes e históricos, como denomina la prensa oficialista a aquellos tan antiguos que no se atreve a decir de qué época datan.
Uno de los más antiguos está en el consejo popular de Colón, que se estima que tiene tres años de existencia. Los vecinos lo llaman "el manantial", porque está en una tubería maestra y vierte unos seis litros por segundo.
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