De los 378 peloteros cubanos que han pasado por la MLB o las Ligas Negras, solamente 40 lograron negociar 150 o más bases por bolas. Y dentro de ese pelotón, ninguno ha conseguido más boletos por comparecencias al home plate (PA/BB) que Yasmani Grandal.
Así mismo. El oriundo de Güira de Melena ha alcanzado 574 transferencias en 3,861 visitas al pentágono, para una media de 6.7 presencias por pasaporte gratis.
Ningún otro cubano ha podido rebajar la barrera de 7, y únicamente dos hombres se colocan a menos de un punto completo del receptor de los Medias Blancas. Son los casos de Roberto Estalella (350 en 2,569; promedio de 7.3) y Sandy Amorós (211 en 1,561; 7.4).
Seguidamente se ubica una leyenda de las Negro Leagues, Cristóbal Torriente (323 en 2,647; 8.2), luego marcha el fornido Yandy Díaz (159 en 1,325; 8.3) y a continuación entra en la fila otro elemento de aquel béisbol donde “solo la pelota era blanca”, Felipe Sierra (237 en 2,027; 8.6).
La decena dorada la completan Rafael Palmeiro (1,353 en 12,046; 8.9), Martín Dihigo (184 en 1,640; 8.9), José Canseco (906 en 8,129; 9.0) y Yoan Moncada (249 en 2,307; 9.3).
Valga el dato de que entre los hombres más “boleados” de la historia en el Big Show, descuellan los casos de Ted Williams (2,021 en 9,792; 4.8), Barry Bonds (2,558 en 12,606; 4.9) y Babe Ruth (2,062 en 10,626; 5.2).
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