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Las áreas destinadas a la siembra de tabaco en Cuba se redujeron en un 20 por ciento en la última campaña debido a la falta de fertilizantes e insumos.
Según explicó a la agencia AP Pavel Noa, jefe del departamento agrícola del grupo empresarial estatal Tabacuba, aunque inicialmente se había planeado la plantación de 25,000 hectáreas en todo el país, finalmente se sembraron 20,000.
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"Se presentaron dificultades sobre todo con los insumos", reconoció.
El dirigente precisó que la expectativa era cosechar 27,000 toneladas de la planta, pero tras la disminución de hectáreas sembradas se espera recoger 22,000 toneladas.
"Se nos hace demasiado difícil que las cosas fluyan como nosotros queremos", agregó Noa, quien culpó de la situación al embargo económico estadounidense.
No obstante, el funcionario se mostró confiado en que la exportación de puros no se verá afectada, gracias a que el país tiene almacenada una cantidad de hojas que puede cubrir dos años de producción.
Según detalló, la estrategia de Tabacuba se basa en tres premisas fundamentales: "mejorar los suelos, mejorar el riego para las plantaciones y todo lo que tiene que ver con la cura" de la hoja.
En los últimos años la cosecha de tabaco en Cuba ha venido disminuyendo paulatinamente.
De acuerdo con datos de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), en 2018 se cosecharon unas 29,000 toneladas, al año siguiente la cifra bajó a 28,000 toneladas y en 2020 fue de 25,000.
Pinar del Río, donde se siembra el 65 por ciento del tabaco cubano, redujo en más de 2,450 hectáreas las plantaciones para la campaña 2021-2022.
Ortelio Rodríguez Perugorría, subdelegado de la Agricultura, reconoció que es el plan de siembra más bajo que se ha manejado desde hace mucho tiempo en la provincia.
"Se han priorizado las vegas que históricamente han aportado las hojas de mayor calidad y registrado los mejores rendimientos", reveló al diario Granma.
Rodríguez achacó los cambios en los planes de producción a las limitaciones de recursos y a los daños causados a los semilleros por las lluvias del huracán Ida en agosto, sin referirse a las medidas adoptadas por la empresa Tabacuba que, a juicio de los vegueros, desestimularían la producción.
Entre ellas está la reducción de la Moneda Libremente Convertible (MLC) que se paga a los tabaqueros como "estímulo" por el tabaco que la empresa considere exportable.
La empresa les había dicho a los productores que el pago por su trabajo sería en MLC sería de un 3,6 por ciento de las ventas.
Pero tras la designación de Marino Murillo Jorge como presidente del grupo, decidió suspender este acuerdo y rebajar la cuota hasta el 1.8 por ciento, alegando que "era demasiado dinero para los campesinos y que eso estaba mal".
"Esto ha desatado un estado de malestar bastante elevado en el campesinado, porque consideramos injusto que se cambie la forma de pago, así tan brusca y repentinamente, por la simple decisión de un hombre. Al parecer el campesino nunca va a tener derecho a disfrutar de los beneficios de su trabajo", denunció un cooperativista.
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