El gobernante Miguel Díaz-Canel recibió en La Habana al presidente de Sherritt International, Leon Binedell, bajo la presión de los pagos atrasados de Cuba a la empresa canadiense.
Un reporte del diario oficialista Granma informó que en el encuentro Díaz-Canel y Binedell "dialogaron sobre las potencialidades que existen para (...) profundizar la participación de esta compañía en el desarrollo económico de Cuba, sobre todo en actividades como la minería, la prospección petrolera y la generación de energía".
Sherritt es una de las empresas extranjeras con mayor presencia en Cuba, y opera en una empresa mixta en la importante zona minera de Moa, provincia de Holguín.
Sin embargo, a pesar de los precios del níquel en su punto más alto en siete años, Cuba le debe a Sherritt aproximadamente $156 millones de dólares canadienses, por lo que "continúa en conversaciones con sus socios cubanos para acelerar el pago de las cuentas por cobrar vencidas", reconoció la propia empresa en un informe económico publicado el pasado 10 de febrero.
La información oficial no mencionó ningún aspecto comercial o financiero de la relación del gobierno cubano con Sherritt.
Las deudas de Cuba con la compañía radicada en Toronto vienen arrastrándose desde hace muchos años. En 2019 el gobierno cubano se comprometió a liquidar una deuda de $150 millones de dólares, informó entonces el Financial Post.
En noviembre del pasado año Díaz-Canel le ofreció a Binedell una garantía personal de que su gobierno, con serios problemas de liquidez, seguiría pagando sus facturas.
De acuerdo con Granma, el empresario y el mandatario sostuvieron un encuentro "cordial", en el Palacio de la Revolución, sede del Ejecutivo cubano, donde suelen ser recibidos los visitantes de "primer nivel".
En 2020 Sherritt produjo en Moa 31,506 toneladas de níquel, cifra ligeramente inferior a la proyección de entre 32,000 y 33,000 toneladas.
La firma es líder mundial en la extracción y refinación de níquel y cobalto, metales esenciales para la creciente adopción de vehículos eléctricos.
Es también el mayor productor independiente de energía en Cuba, por lo que no se descarta que la visita de Binedell esté relacionada con la caída de la producción petrolera en Venezuela, aliado del régimen cubano.
El balance económico anual de la empresa explica que "el efectivo y los equivalentes de efectivo al 31 de diciembre de 2021 fueron de $145,6 millones, por debajo de los $163,4 millones del 30 de septiembre de 2021".
"El total de cuentas por cobrar vencidas programadas al 31 de diciembre de 2021 fue de $156 millones de dólares, frente a los $152,5 millones al 30 de septiembre de 2021".
"Los cobros de montos atrasados de los socios energéticos cubanos de Sherritt continúan viéndose afectados negativamente por el acceso de Cuba a divisas como resultado de las sanciones estadounidenses en curso y la pandemia mundial. Si bien Sherritt prevé mejores condiciones económicas en Cuba en 2022, continúa anticipando la variabilidad en el momento y la cantidad de pagos de energía en el corto plazo, y continúa trabajando con sus socios cubanos para garantizar la recepción oportuna de los pagos de energía", explica el informe.
Los intereses de la corporación canadiense en Cuba comenzaron en 1991, cuando el régimen de Fidel Castro abrió las compuertas a la inversión extranjera, y permitó la entrada de Sherritt para la extracción de níquel y cobalto y la exploración y producción de petróleo y gas.
Estos negocios posteriormente se ampliaron a otras esferas, como la energía eléctrica, la agricultura y el turismo.
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