Al menos seis misiles fueron disparados este sábado contra el consulado de Estados Unidos en la ciudad de Erbil, capital de la región autónoma kurda del norte de Irak, sin que se reportaran hasta el momento heridos o víctimas fatales.
De acuerdo con un reporte de la agencia británica Reuters, no es esta la primera vez de ataques contra objetivos estadounidenses en el área, pues en el pasado, tropas de ese país estacionadas en el aeropuerto de la urbe iraquí, han sido objeto de ataques con cohetes y drones.
Sobre los sucesos de este sábado se desconocen aún los responsables, pues no ha ocurrido reivindicación alguna en relación al lanzamiento de los misiles. Algunos residentes de Erbil publicaron en Internet vídeos en los que se observan varias explosiones de gran tamaño y dijeron que las detonaciones estremecieron sus viviendas.
Un funcionario estadounidense, citado por The Washington Post, aseguró que los misiles fueron lanzados desde territorio iraní. No obstante los datos resultan aún inciertos y por el momento solo se han detectado daños materiales en el área de impacto.
Estos hechos acontecen varios días después de que un ataque israelí cerca de Damasco, capital de Siria, causara la muerte de dos miembros de la Guardia Revolucionaria de Irán. El Ministerio de Asuntos Exteriores de la nación persa condenó enérgicamente el ataque y prometió venganza.
Desde 2017, Irak se ha visto sacudido por una inestabilidad crónica tras la derrota del grupo extremista autoproclamado como Estado Islámico. A partir de ese momento milicias alineadas con Irán han atacado regularmente sitios militares y diplomáticos de Estados Unidos en Iraq, de acuerdo con declaraciones de funcionarios de ambos países.
Hasta 2020 se remontan otros asaltos contra fuerzas e instalaciones estadounidenses ubicadas en la nación del Medio Oriente. El 12 de enero de ese año, cuatro personas resultaron heridas en un ataque contra la base aérea Balad al norte del país, que albergaba tropas estadounidenses.
Fuentes militares identificaron a los heridos como soldados iraquíes y confirmaron que siete bombas de mortero habían alcanzado la pista de aterrizaje de la instalación, ubicada a 80 kilómetros de Bagdad. Apenas ocho días después, el 20 de enero, otros tres cohetes impactaron una zona cercana a la Embajada de Estados Unidos en Iraq, en lo que constituyó un momento tenso en las relaciones de Washington y Teherán.
Las explosiones tuvieron lugar en la llamada Zona Verde, área, donde se encuentran todas las embajadas, sedes ministeriales y algunos edificios gubernamentales de Bagdad. Ese espacio fue asegurado en esas jornadas luego de que el gobierno del ex presidente Donald Trump causara la muerte del comandante iraní Qasem Soleimani en un bombardeo selectivo en la capital iraquí.
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