Omar Quintero Montes de Oca, el Pagador de Promesas cubano, llegó en horas de la tarde de este lunes al Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, en Santiago de Cuba, acompañado de miles de pobladores que estuvieron junto a él hasta la entrada de la basílica.
En videos que se comparten por las redes sociales, se observa a Omar entrar al santuario empujando su emblemático carrito junto a su hijo Lázaro Quintero Bermúdez, por quien hizo la promesa de caminar desde su casa de Marianao, en la capital de la isla, hasta el Santuario de la Cachita de Cuba, como también le dicen a la virgen en la isla.
En esa misma entrada, piden que dejen a Omar tener “su momento de intimidad” con la Virgen y acompañarlo desde fuera con oraciones para él, su familia y el pueblo cubano.
Omar para el encuentro con la Patrona de Cuba vistió de blanco completo, además de llevar sus collares yorubas, girasoles y una bandera cubana.
Antes de iniciar ese último tramo, se despidió de todos y corriendo con su hijo subió la calzada que lo llevó hasta su venerada Virgen.
A la entrada del poblado de El Cobre, a 848 kilómetros de la capital cubana, Omar fue esperado por el músico Israel Rojas, integrante del dúo Buena Fe, quien le cantó a capela uno de sus temas.
El momento resultó muy emotivo para Omar, aunque el músico aportó una innecesaria presencia oficialista a un acontecimiento espontáneo y genuinamente popular.
No obstante, Omar cumplió su promesa de caminar más de 800 kilómetros con 56 años y aquejado de hipertensión y una hernia discal, empujando su carrito con ofrendas para la Patrona de Cuba y con el apoyo y acogida de miles de pobladores desde el occidente hasta el oriente de la isla, creyentes o no.
En el camino durmió en portales y parroquias, porque su promesa le impedía descansar en casas y hoteles, además de alimentarse de la generosidad de las personas que le compartieron agua, comida, ofrendas, dinero y abrazos para hacer menos difícil el largo trayecto durante dos meses de peregrinaje.
Omar salió de su casa en Marianao al amanecer del 15 de enero último, y no se detuvo hasta llegar a la Basílica del Santuario Nacional de la Virgen de la Caridad del Cobre en Santiago de Cuba este 14 de marzo.
Para su recorrido construyó un carrito blanco de madera con cuatro ruedas y un techo rojo para resguardar la imagen en calamina de la Virgen del Cobre que lo acompaña desde hace más de 20 años.
Cuando pasó por la provincia de Sancti Spíritus declaró a los medios locales que cuando los médicos no pudieron hacer más por su hijo, él corrió a una esquina del hospital oncológico de La Habana para pedir un milagro. De concedérselo, caminaría sin parar hasta El Cobre. Diez años después cumplió su promesa y llegó junto con su hijo al altar de la Patrona de Cuba, venerada por los nacidos en esta isla, donde se carece de casi todo, menos de Fé, Esperanza y Caridad.
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