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El primer ministro de Cuba, Manuel Marrero Cruz, reconoció -implícitamente- que el pueblo no confía en los actuales dirigentes, durante una reunión de balance anual del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT).
Marrero definió como tarea crucial, garantizar que el pueblo nunca pierda la confianza en sus dirigentes ni en la revolución, circunstancia que atribuyó a una campaña mediática desde Estados Unidos, sin la más leve autocrítica, ratificando que "Fidel es Fidel y Raúl es Raúl", diferenciándolos de la actual generación de dirigentes, a los que se refirió como continuidad.
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En momentos difíciles nuestros dirigentes le pidieron sacrificios a nuestro pueblo, recordó Marrero, y hoy tenemos tenemos la alta responsabilidad de continuar sus obras, añadió, sin mayores precisiones.
El primer ministro refirió la necesidad de conseguir un reflejo más activo de la diversa sociedad cubana, en los medios, "de modo que sirvan nuestra radio y televisión como control popular", apuntó Granma.
Calificó de proeza los dos últimos años vividos en Cuba, evitando referirse a la fracasada tarea ordenamiento o los sucesos del 11J, y el auditorio se mostró convencido de la necesidad de continuar profundizando en la defensa de la verdad sobre la isla, según Granma.
Marrero Cruz pronosticó que si mañana hubiera otra pandemia de coronavirus habría que extender los horarios de la televisión y la radio, para informar a los cubanos, y señaló la necesidad de fortalecer los telecentros, dada la importancia de la información local, según su criterio; y recordó como la televisión y la radio siguieron entrando en los hogares durante el azote de la Covid-19.
El primer ministro pidió valorar las experiencias de lo que está sucediendo de cara al silenciamiento de determinados medios de comunicación y la prevalencia de otros, frente al conflicto en Ucrania, sin poner ejemplos concretos ni abordar la cobertura de la prensa estatal a la invasión rusa.
Marrero Cruz recomendó acelerar el cambio de nombre de ICRT por el de Instituto de Información y Comunicación Social, que considera tendrá un alcance mucho mayor, pues se le otorga la rectoría de implementar la política de la información y la comunicación, desde el punto de vista del gobierno, que quiere la institución, que seguirá siendo subvencionada, incremente sus ingresos, sin precisar el modo.
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