Los activistas cubanos Esteban Rodríguez y Héctor Luis Valdés Cocho se reencontraron finalmente en Estados Unidos, adonde llegaron tras más de dos meses de haber sido expulsados de su país por el régimen castrista.
"Un abrazo a todos los amigos, después de un difícil camino huyendo de la dictadura, podemos ya decir: Estamos en tierras de la libertad, a seguir la lucha por la libertad de Cuba y de nuestros presos políticos", expresó Esteban en su muro de Facebook.
Los jóvenes llegaron de México en fechas diferentes. Ambos recorrieron un largo trecho que incluyó unos días en El Salvador, y varias semanas en prisión en dos centros de detención de inmigrantes en el país azteca.
"A respetar y cumplir la leyes de esta gran nación. Patria y Vida, libertad para Maykel Osorbo, Luis Manuel y todos los presos políticos en Cuba y los valientes del día 11 de julio, y para todos esos niños que sus vidas quieren destruir la dictadura cubana", añadió Rodríguez.
Esteban, uno de los huelguistas acuartelados en la sede del Movimiento San Isidro, compartió el miércoles una fotografía suya "en tierras de libertad", como dijo en sus redes sociales.
Su amigo y colega Valdés Cocho arribó a Estados Unidos al día siguiente.
Ambos recibieron el apoyo y afecto de cientos de cubanos que les desearon éxitos en esta nueva etapa de sus vidas.
Esteban y Valdés Cocho fueron forzados por el régimen cubano a exiliarse a inicios de enero.
El primero de ellos estaba preso desde el 30 de abril de 2021, por participar en una manifestación pacífica en la calle Obispo, en La Habana. Para salir en libertad el gobierno le puso como condición que debía irse del país.
Igual requisito le impusieron a Valdés Cocho, quien no estaba en prisión. Este decidió acompañar a su amigo en el exilio para cuidarlo, pues Rodríguez es asmático e hipertenso y su salud se había deteriorado notablemente en la cárcel, según explicó Héctor a CiberCuba.
Los dos viajaron entonces rumbo a Nicaragua, pero quedaron varados en el aeropuerto de San Salvador, El Salvador, durante una escala. Allí se les notificó que el régimen de Daniel Ortega, aliado de La Habana, les había denegado la entrada al país.
El gobierno salvadoreño les otorgó un permiso especial por razones humanitarias. En su solicitud de refugio, los jóvenes expusieron "la situación de persecución política por la cual fueron obligados a salir" de Cuba, y alegaron "torturas, intimidación, amenazas y otros vejámenes hacia ellos y sus familias".
El 11 de enero las autoridades salvadoreñas informaron que los activistas cubanos estaban en paradero desconocido, tras haber solicitado refugio en el país centroamericano.
Después se conoció que habían pasado a México, donde permanecieron alrededor de dos meses.
En México fueron detenidos por la policía migratoria y estuvieron varias semanas en prisión, hasta que el gobierno les otorgó una visa humanitaria en febrero, y les aseguró que no los deportaría a Cuba.
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