Las autoridades migratorias mexicanas suspendieron la realización de trámites migratorios en la oficina de Tapachula, Chiapas, a consecuencia de los actos de violencia protagonizados por migrantes, entre ellos numerosos cubanos, quienes reclamaban agilizar la atención de sus casos.
“Se suspende el servicio en la Oficina de Regulación Zona Sur de Tapachula, Chiapas; no existen condiciones de seguridad para la atención de usuarios”, informó este viernes en un comunicado el Instituto Nacional de Migración de México (INM).
La suspensión “hasta nuevo aviso” se produce después de que más de 300 migrantes de Cuba, Venezuela y Centroamérica protestaran frente a las oficinas de regulación del INM, en el puerto fronterizo de Ciudad Hidalgo, Chiapas, exigiendo que se les entregasen visas humanitarias.
Además, en Tapachula, otro grupo de migrantes se manifestaron por las principales calles de la ciudad con carteles donde decía: "No nos bloqueen el paso", denunciando el despliegue de efectivos para detener el tránsito irregular por México.
Para las autoridades migratorias mexicanas, este tipo de actos violentos “no generan condiciones de seguridad para la atención” y perjudican a otros usuarios “que de manera ordenada acuden a realizar su trámite”.
La irrupción violenta de los migrantes, dijeron, “provocaron lesiones físicas al personal migratorio y afectaciones al equipo e instalaciones”. Según el INM, estas acciones fueron “promovidas por pseudolíderes”, que exigían “la atención inmediata” a sus requerimientos.
La entidad afectada por la decisión del INM es la “Oficina de Regulación Migratoria Zona Sur, ubicada en calle Vialidad No. 435, Fraccionamiento Las Vegas, Tapachula, Chiapas”, según aclara el comunicado.
En declaraciones a la prensa local, los migrantes que se manifestaron frente a esa oficina afirmaron estar cansados de esperar bajo el sol sin ser atendidos por los agentes de migración. "Queremos las visas", se les escuchó exigir mientras marcharon por Tapachula hasta terminar el recorrido en su parque central.
Los protagonistas de las protestas provenían de Venezuela, Cuba, Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala. En condición irregular, los migrantes aseguraron que solo deseaban los permisos para transitar por el país hacia su destino final, la frontera norte con Estados Unidos.
Además de exigir celeridad en la atención, los migrantes denunciaron prácticas corruptas por parte de funcionarios del INM que provocan que quienes no tengan dinero deban esperar aún más por una visa humanitaria o una Forma Migratoria para salir de Tapachula. En este sentido, resultan particularmente afectados muchos haitianos y africanos que han pasado meses varados en esa localidad.
El incidente en Tapachula no constituye un hecho aislado. La situación es similar en otras localidades fronterizas en el sur de México. Este jueves, unos 300 migrantes cubanos y venezolanos irrumpieron por la fuerza en las oficinas migratorias del puerto fronterizo de Ciudad Hidalgo, Chiapas, a pesar de los esfuerzos de las fuerzas de seguridad por contenerlos.
Efectivos de la Guardia Nacional se desplazaron hasta el lugar para proteger la entrada, pero los migrantes los derribaron y entraron en desbandada. Un video que circula en redes sociales muestra al grupo empujando la reja que protege el paso peatonal fronterizo hasta derribarla y entrar en desbandada sin reparar en los agentes de seguridad.
En el caso de los migrantes cubanos, según un reporte de Televisa, su principal temor es no ser atendidos por las autoridades migratorias del país luego de que el gobierno de México anunciara el cierre de citas por internet por mantenimiento en el sitio.
Los cubanos han incrementado su presencia en México desde que Nicaragua eliminó el requisito de visas para viajar a la nación centroamericana. La mayoría usan territorio mexicano para llegar a la frontera con Estados Unidos.
La entrada irregular de cubanos por la frontera sur de EE.UU. marcó récord de 16,550 personas durante el pasado febrero, la mayor cantidad para un mes en más de 20 años.
La escalada de las cifras reveladas el pasado martes por el Departamento de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP) indica que en apenas cinco meses del año fiscal 2022, iniciado el 1 de octubre, han entrado por puntos fronterizos con México un total de 46,752 inmigrantes cubanos, acentuando el carácter de crisis del éxodo desatado desde la isla.
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