Olena Zelenska, esposa del presidente de Ucrania Volodímir Zelenski, ha decidido mantenerse en la zona de conflicto con sus hijos y junto a su pueblo, para darles aliento y esperanzas al tiempo que muestra a la opinión pública internacional los horrores de la guerra.
Desde algún bunker en Ucrania, a través de su perfil en Instagram que cuenta con 2,7 millones de seguidores, la primera dama envía mensajes a quienes se encuentran en el campo de batalla y en refugios bajo tierra.
“Siempre escriban las palabras principales a sus familiares: ‘Todo está bien conmigo’. Porque significa: ¡todo estará bien para todos nosotros!”, dijo en su más reciente publicación dedicada a la resistencia ucraniana.
También da a conocer al mundo lo horrores de la invasión rusa a Ucrania. “Di esta terrible verdad: los invasores rusos están matando a niños ucranianos. Cuéntaselo a las madres rusas: hazles saber qué están haciendo exactamente sus hijos aquí. Muestre estas fotos a las mujeres rusas: ¡sus esposos, hermanos, compatriotas, están matando niños ucranianos!”, denuncia uno de sus mensajes en la red social.
La primera dama nació en 1978 en la ciudad Krivói Rog, provincia de Dnipropetrovsk, al sureste de Ucrania, y fue inscrita como Olena Kiyashko. En 2003 contrajo nupcias con el actual presidente de su país y cambió Kiyashko por Zelenska, su apellido de casada.
Cursó estudios en la Universidad Nacional de Krivói Rog, donde conoció a quien más tarde se convertiría en su esposo, después de ocho años de noviazgo, y padre de sus hijos Aleksandra y Kiril, de acuerdo con HuffPost.
Zelensky estudiaba Derecho y Olena, Arquitectura, aunque ninguno llegó a ejercer sus respectivas carreras. Una vez graduados, fundaron la productora de televisión Kvartal 95 Studio, donde ella se desempeñaba como guionista y él como actor y director, informa el semanario DF Mas.
Desde 1995, la pareja, que afianzó sus vínculos en el mundo del espectáculo, comenzó a incursionar en la sátira política con la serie “El servidor público”, en la que Zelensky interpretaba a un profesor de historia que se convierte en presidente de Ucrania para combatir la corrupción. El título de la serie daría nombre más tarde a un partido político y, en 2019, su candidato ganaría la presidencia con el 73% de los votos.
Ya en su rol de primera dama, Olena enfocó su agenda en causas humanitarias y sociales por las que venía abogando en su carrera profesional, como la igualdad de género y la protección de la infancia. Feminista por convicción, inició el proceso de adhesión de Ucrania a la iniciativa internacional del G7 -foro integrado por Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos- sobre igualdad de género.
Asimismo, promovió el Congreso de Mujeres de Ucrania e intervino en un cambio de políticas públicas para mejorar la nutrición escolar y la preservación del idioma ucraniano.
En busca de una plataforma internacional para promover la comunicación entre parejas de mandatarios en el mundo creó la Cumbre de Kiev de primeras damas y caballeros. Convertida en un ícono de la moda, Olena viste prendas de diseñadores ucranianos para promocionar el talento nacional. Al finalizar 2019, aparecía en la edición en Ucrania de Vogue y la revista Focus la ubicaba en el escaño 30 de los 100 ucranianos más influyentes.
Ahora, convertida en el objetivo número dos del Kremlin, se mantiene junto a sus hijos bajo protección en una locación secreta, desde donde visibiliza las consecuencias de la invasión de Rusia y valida como testigo lo que vive el pueblo ucraniano. Poner fin a la guerra se ha convertido en su prioridad.
“Deben saber que ya son más de 100 niños muertos en Ucrania. Fueron baleados en los retenes junto con sus padres, derribados por fragmentos de proyectiles en sus patios traseros, abrumados por los escombros de sus propias casas…”, denunció en otro de sus mensajes públicos, mientras coordina esfuerzos de ayuda humanitaria con otros países del mundo.
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