Cubanos residentes en la cuartería Biosca #9 de Camagüey, denunciaron las chapucerías que dejó una brigada de constructores del gobierno de Camagüey que restauró el edificio.
Adelante indicó que la cuartería se ubica al fondo del policlínico Rodolfo Ramírez Esquivel, entre las calles Ignacio Sánchez y Línea del Ferrocarril. Tiene 30 metros de largo, tres pisos y 26 apartamentos. Se construyó hace alrededor de 80 años para dar albergue a obreros ferroviarios en la región.
Tras las acciones de restauración hechas en 2021 por el gobierno de Camagüey en esta edificación, los vecinos denunciaron que hubo violaciones en las normas técnicas para la reparación de inmuebles, despilfarro de recursos y que no se hicieron chequeos de la obra ni se entregó certificación de idoneidad.
Los constructores dejaron filtraciones, paredes agrietadas, pisos desnivelados, falta de instalaciones eléctricas, carpintería quebrada, ausencia de herrajes en sistemas hidráulicos, entre otras chapucerías.
“Tenemos gran deficiencia con el agua. La cisterna asignada al complejo de apartamentos no alcanza para abastecer debido al pequeño tamaño en relación con los seis tanques que suministran el líquido. La instalación del sistema hidráulico no permite llenarla a tiempo y, por tanto, escasea este recurso", explicó una vecina al medio oficialista.
Añadió que la batería de tanques no se encuentra a nivel y tardan en llenarse unos más que otros. También denunciaron el mal estado de las llaves en los lavaderos que usa esta comunidad.
En sus inicios Biosca #9 tenía 40 cuartos, de uso transitorio. Sin embargo, tras la ley de vivienda en la década de 1960, el local se convirtió en residencia permanente de decenas de familias. Llegó a alojar a 400 personas.
En 2014 el Gobierno inició un proceso de restauración del local para otorgar a sus residentes título de propiedad, porque tras largas décadas viviendo allí tenían estatus de usufructuarios. Las obras de reconstrucción las hizo la brigada No. 2 de la EPIA No. 8 y han pasado por el local otras empresas constructoras en la provincia.
Desde entonces se han hecho varias intervenciones en el edificio, la última el año pasado. Los vecinos reclamaron al Estado la mala calidad de las obras de restauración, pero no han recibido respuestas de la Dirección de Vivienda.
Según datos oficiales hasta enero de 2022 se reportaron en Cuba 8,907 cuarterías, 48,293 hogares afectados por eventos climatológicos, de los cuales el 66% son derrumbes totales y 89,496 viviendas con pisos de tierra.
Vivian Rodríguez Salazar, directora nacional de la Vivienda, aseguró a inicios de este año que se prevé la construcción de 38 mil viviendas, cifra por debajo de la demanda de la población. También destacó que el plan del 2021 no se cumplió, alcanzaron solo el 42% de lo previsto.
A la baja capacidad constructiva se suma la burocracia de las instituciones de vivienda. En enero el diario oficialista Juventud Rebelde, denunció los casos de tres personas que llevan entre dos y 31 años esperando para poder legalizar la propiedad de su casa.
Los problemas de la vivienda están entre los de mayor peso que enfrentan los cubanos. Cada día se reportan derrumbes en el país, sin embargo, el gobierno destina sumas millonarias a construir hoteles de lujo en los mismos barrios en que mueren personas sepultadas por sus casas.
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