El Instituto Nacional de Migración (INM) de México informó que ya se encuentra reparando sus oficinas en Tapachula, destrozadas la semana pasada en una protesta de migrantes.
Un comunicado emitido por la entidad señala que actualmente se repara la Oficina de Regulación en Tapachula y pronto se informará fecha de reapertura de sus operaciones.
Mientras tanto, las otras ocho sedes del sureño estado de Chiapas trabajan con normalidad, subraya el documento.
"El servicio de la Oficina de Regulación Migratoria Zona Sur, en Tapachula, permanecerá suspendido hasta nuevo aviso, sin embargo, se mantiene la atención que ya se ofrecía en el resto de las instancias administrativas de la entidad", destaca el INM.
La autoridad migratoria lamentó la violencia registrada el pasado 18 de marzo en la ciudad de Tapachula, y exhortó a quienes requieren algún trámite de regularización migratoria acudir en orden a solicitar atención en otra oficina del INM en Chiapas.
Al final del documento el instituto refrendó "su compromiso por una migración segura, ordenada y regular", con "pleno respeto y salvaguarda a los derechos humanos" de los migrantes.
El pasado viernes la oficina central del INM en la fronteriza ciudad de Tapachula fue dañada durante una manifestación de inmigrantes de Cuba, Venezuela y Centroamérica, quienes dicen estar enojados por las demoras en sus trámites y la corrupción de las autoridades en la zona.
Reportes de la prensa local indicaron que los indocumentados irrumpieron el viernes de manera violenta en las oficinas tras no recibir respuesta a su demanda de visas humanitarias para salir de Tapachula y llegar a Estados Unidos.
El saldo preliminar de los hechos fue de varias personas heridas, incluidos migrantes y elementos federales, por un intercambio de pedradas.
También fueron destrozados dos portones por donde tenía acceso el personal del INM y resultó dañado parte del edificio por el lanzamiento de palos, piedras y otros objetos, que desprendieron las láminas de seguridad, indicó Televisa.
Decenas de migrantes lograron entrar a las oficinas y causar daños, a pesar de que elementos de la Guardia Nacional intentaban repeler el ataque con gases lacrimógenos.
Desde ese día la oficina fue cerrada y las autoridades dijeron que no abrirían porque trabajar allí no era seguro para los empleados.
Los migrantes aseguraron que solo deseaban los permisos para atravesar México hacia su destino final, la frontera con Estados Unidos.
Además de exigir celeridad en la atención, denunciaron prácticas corruptas por parte de funcionarios del INM que provocan que quienes no tengan dinero deban esperar aún más por una visa humanitaria o una Forma Migratoria para abandonar Tapachula.
En este sentido, resultan particularmente afectados muchos haitianos y africanos que han pasado meses, incluso años, varados en esa localidad.
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