La filóloga y activista Camila Rodríguez denunció este jueves la presencia de un operativo policial en los bajos de su casa, lo que le impidió asistir a recibir atención médica a un policlínico cercano.
"Dos policías (patrulla 172C) y tres agentes de la Seguridad del Estado han impedido mi paso", precisó en un post en Facebook la joven, quien es una de las coordinadoras de la plataforma independiente Justicia 11J.
Rodríguez cumplió 13 días de vigilancia y arresto domiciliario bajo acoso ininterrumpido por parte de las autoridades cubanas, luego de una detención que sufriera por su activismo en defensa de los presos políticos del estallido social de julio de 2021, y el acompañamiento que hace a sus familiares.
"Insisto en que necesito acceder a servicios de salud, me niego a ser llevada en una patrulla policial: no soy delincuente, no soy criminal, no he cometido delito alguno. Mis dos opciones sin embargo fueron: 'o subes a tu casa o te conduzco a la unidad'. Tuve que insistir para recibir de vuelta mi documento de identidad, que me fue retirado por personas de las que no conozco sus nombres y cargos, se negaron a revelar su identidad", explicó Rodríguez.
La negación del acceso a los servicios de salud ha sido, históricamente, un mecanismo represivo utilizado por la Seguridad del Estado en Cuba en contra de defensores de derechos humanos. Uno de los casos más recientes fue el de la actriz Iris Ruiz, miembro del Movimiento San Iisdro, quien finalmente debió emigrar a Estados Unidos para recibir atención médica.
"A través de mi realidad, expongo la vida cotidiana de todas las personas que como yo, sufren el acoso y el asedio de la Seguridad del Estado, por defender derechos naturales, fundamentales y constitucionales. Esta es también la realidad de varias madres y familiares de personas privadas de libertad por motivos políticos", afirmó Rodríguez.
De las más de 1,400 personas que fueron detenidas a raíz de las protestas contra el gobierno de julio de 2021, al menos 759 continúan en prisión. De ellas, 14 eran menores de 18 años al momento de su detención.
Sin embargo, la represión no concluyó con quienes participaron en el estallido social sino que ha alcanzado en los últimos meses a sus familiares, en especial a quienes han exigido justicia, y a las personas que, como Camila Rodríguez, han expresado de distintas formas su solidaridad.
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