Bárbara Farrat Guillén, madre del preso político del 11J Jonatan Torres Farrat, denunció el acoso de la policía política contra su familia, impidiéndoles salir de la casa y realizar actividades cotidianas como la compra de alimentos y otras gestiones.
A través de un video que compartió la activista e historiadora del arte Anamely Ramos González, Farrat Guillén reiteró que este tipo de abuso por parte de los oficiales de la contrainteligencia demuestra la falta de libertades en Cuba y el atropello contra quienes deciden denunciar al régimen.
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Durante el diálogo entre ambas cubanas, se pudo conocer que hay momentos en los que el esposo de Farrat Guillén debe evadir el cerco, cruzando azoteas, con el propósito de salir a buscar comida y otros productos de primera necesidad.
"Muchas de las veces que me han sitiado ha sido así, subiendo y bajando por los techos de los vecinos, pidiéndoles permiso para poder comprar las cosas", confesó la activista cubana.
Al acoso se suma la violencia psicológica a la que someten al propio Jonatan en la cárcel y la madre del adolescente cubano contó que la citaron el mismo día que debía ir a la visita de su hijo y para preocuparlo los oficiales de la Seguridad del penal le dijeron que ella estaba presa y no iría a verlo.
Ramos González llamó la atención de que en la casa que mantienen sitiados los oficiales de la Seguridad del Estado vive un menor de edad, hijo de Jonatan, que solo tiene unos meses de nacido.
"El acoso sostenido sobre la familia afecta no sólo la situación de Jonatan que es un menor de edad condenado injustamente como preso político, sino a un niño de meses. El aislamiento busca rendirlos a través de la crueldad", manifestó.
Para finalizar, la activista lanzó una convocatoria a todos los cubanos que deseen ofrecer su ayuda, de cualquier manera, se comuniquen con la madre de uno de los menores detenidos por protestar pacíficamente el 11J en Cuba.
La petición fiscal contra Jonatan Torres Farrat es de ocho años de privación de libertad, por los presuntos delitos de propagación de epidemia, desorden público y un supuesto atentado por tirar una piedra que no golpeó a nadie.
Después de los sucesos del verano pasado, el adolescente de 17 años fue encarcelado y engrosa la lista de menores que están en cárceles de Cuba por participar en un movimiento popular que solo pedía un cambio político y social en la isla.
"Esto verdaderamente es muy fuerte. Pueden ver lo que está pasando incluso con nosotras las madres. Nos quieren acusar de desacato porque simplemente uno es madre y no se quiere quedar callado. Esto es muy fuerte. Me impactó, no pensé que le fueran a pedir tantos años", comentó la madre del detenido poco después de conocer la noticia.
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