En medio de la crisis que atraviesa el transporte público en La Habana, las autoridades del sector han retirado en lo que va de año 250 licencias operativas a cuentapropistas por subir los precios sin permiso.
Leandro Méndez Peña, director general de Transporte de La Habana, informó al periódico Tribuna que los boteros sancionados violaron las tarifas establecidas, pero precisó que ese fenómeno no es masivo.
"En estos momentos se están considerando nuevos precios por tramos para compensar a los transportistas privados por los gastos que incurren en el mantenimiento y activación de sus equipos", agregó.
Los boteros y las llamadas gacelas, que son gestionadas por choferes privados, complementan el servicio de transporte público de la población de la capital, que en este momento cuenta con apenas 418 ómnibus estatales en activo, los cuales solo pueden mover a unos 514,727 pasajeros en unos 4,790 viajes programados cada día.
La crisis es tal que las autoridades comenzaron a exigir a los vehículos estatales que asuman el traslado de los pasajeros.
"Nos vemos obligados a incrementar la exigencia a los carros asignados de las entidades estatales para que cumplan con lo establecido para estas situaciones y brinden servicio a las paradas", anunció Méndez Peña.
Según el dirigente, esos equipos podrían transportar diariamente hasta 40,000 personas. La cifra no es significativa, pero ayuda a aliviar la tensa situación.
En la reunión del Grupo Temporal de Trabajo de la ciudad se informó que actualmente solo está disponible el 45,7 por ciento de los ómnibus de transporte público (articulados y rígidos), lo que significa que hay más guaguas desactivadas por falta de piezas y otros desperfectos que las que funcionan.
La Dirección General de Transporte de La Habana cuenta con 290 inspectores y otro grupo de empleados, que se ubicarán en los 311 puntos de la capital con mayor concentración de público para controlar que los autos estatales paren.
Se tomarán acciones con las entidades estatales cuyos carros se nieguen a detenerse en las paradas.
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