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Presos del 11J son amedrentados para que asistan a actividades de “reafirmación revolucionaria” en la cárcel de máxima seguridad de Guanajay, donde permanecen recluidos.
Los reclusos que se niegan a asistir a estos actos son castigados con la restricción de sus llamadas telefónicas, la suspensión de sus visitas familiares e incluso castigos corporales, según un reporte de Martí Noticias.
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“Nos obligan a asistir a actos políticos que hacen aquí mismo, en la prisión. Están filmando cada vez que bajamos al patio a esos actos e imagino que sea para divulgar esos videos a la opinión pública exterior y mostrarlos como que nosotros, los del 11J, estamos arrepentidos”, declaró a ese medio el preso político Oriandy Oviedo Acosta, quien cumple una condena de 16 años por su participación en el estallido social del pasado 11 de julio.
Junto a Oviedo, cumplen condenas de entre 10 y 16 años por su participación en las protestas otros seis reclusos: Lázaro Manuel Mendoza Caraza, Liuvel Mendoza Hernández, Jetzel Zayas Roldán, Dayan Ramírez Hidalgo Gato, Ángel María Mesa Rodríguez y Efren Duany Alfonso.
“Aquí hubo un momento que toda la compañía se plantó para no colaborar con esas farsas, pero vinieron los guardias y nos cayeron a golpes a todos. Muchos han tenido que bajar obligados a esos actos, a decir Patria o Muerte, cuando realmente hay más muerte que patria”, denunció Oviedo Acosta.
Según el documento de la sentencia, al que tuvo acceso Martí Noticias, el 11 de julio los acusados se concentraron en el Parque Central de Guanajay, lugar desde el que convocaron a la población a unirse a la protesta, para después marchar hacia la Unidad de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) y la sede del Partido Comunista de Cuba de la localidad.
Allí, “toda la multitud y dentro de ellos [sic] los acusados mencionados gritaron las consignas ‘policías singaos, ‘abajo Díaz-Canel’, ‘Díaz-Canel, singao’, ‘tenemos hambre’ y ‘abajo la dictadura’”.
El pasado marzo, más de 128 manifestantes del 11 de julio fueron condenados a penas que van de cuatro a 30 años de prisión.
Organizaciones de derechos humanos han expresado su preocupación ante la injusticia de las condenas y el hecho de que entre los sentenciados se encuentren menores de edad.
En los últimos días, algunos de los participantes en las protestas del 11J en Santa Clara han conocido su sentencia.
El joven Andy García Lorenzo y el rapero Randy Arteaga Rivero fueron sentenciados a cuatro y cinco años de cárcel, respectivamente.
“Acaba de llegar la sentencia de los manifestantes del 11 de julio aquí en Santa Clara y como siempre las injusticias de este régimen no paran”, denunció Roxana García, hermana de Andy.
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