Destituyen al director de la revista cubana Alma Mater

Fue decisión del Buró Nacional de la UJC, sin darse detalles de las razones por las que sustituyen al periodista Armando Franco Senén de sus funciones al frente de la revista de la FEU.

Armando Franco Senén © Facebook del periodista
Armando Franco Senén Foto © Facebook del periodista

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Este artículo es de hace 2 años

El director de la revista universitaria cubana Alma Mater, Armando Franco Senén, fue destituido por decisión del Buró Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas.

En una nota difundida este martes en el perfil de Facebook de la propia revista se dio a conocer la “liberación” de Franco Senén de sus funciones al frente de esa publicación oficialista, enfocada a los estudiantes universitarios y agremiados en la Federación Estudiantil Universitaria (FEU).


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En el comunicado, acompañado del logotipo de la publicación, no se dan explicaciones sobre el motivo de su separación del cargo, aunque Alma Mater en los últimos tiempos abordaba temas que en otros medios estatales no se exponen, y que resultan controversiales en el contexto del oficialismo.

Franco Senén fue nombrado director de la revista en diciembre de 2019, a solo tres años de haberse licenciado en Periodismo por la Universidad de La Habana, según su perfil en LinkedIn. Alternaba esta responsabilidad con la de profesor en la Facultad de Comunicación de la propia casa de estudios superiores.

La revista Alma Mater surgió en noviembre de 1922, fundada por el líder estudiantil comunista Julio Antonio Mella (1903-1929). Desde su inicio, la publicación reflejó los intereses de la Federación Estudiantil Universitaria, siendo tribuna de la reforma que sacudió durante la década del 20 a la Universidad de La Habana, entonces, única casa de estudios superiores del país.

En 1978, su alcance sobrepasó los límites de la UH y su audiencia se amplió a los estudiantes universitarios de todo el país, luego de ser designada órgano del Consejo Nacional de la FEU. Actualmente es publicada por la Casa Editora Abril con frecuencia bimensual y tirada de distribución nacional de 20 mil ejemplares.

Este año se cumplen 100 años del surgimiento de la revista, considerada la publicación juvenil más antigua de Cuba y la segunda de mayor permanencia en el escenario nacional después de Bohemia (1908).

Tras la noticia de la destitución del joven director, varios usuarios lamentaron o cuestionaron la decisión y se preguntaron cuáles serían las razones para separarlo de sus funciones.

Un usuario nombrado Adrián Romero Arredondo opinó que era “una lástima”. Dijo, además, que “si gente como Armando, que es alguien no solo revolucionario convencido, sino además responsable y comprometido, no puede evitar el zarpazo de los que ‘mandan’, cabe preguntarse si existe alguien que pueda liderar lo que fue no solo una revista, sino un proceso de transformación del periodismo cubano”.

Consideró que “cabe, incluso, preguntarse si tiene sentido tratar de llevar a cabo algún proyecto así. Sin llegar a ser perfecto, Alma Mater se había ido convirtiendo poco a poco en el medio de prensa de referencia para gran parte de la sociedad cubana. La que vive en el siglo XXI por lo menos. Era un medio acorde a los tiempos y que ha buscado realizar su función social lo mejor que ha podido. Eso es mucho más de lo que pueden decir una buena parte del resto de los medios cubanos”.

Otro usuario aseveró que “hace tiempo que Alma Mater complacía a un público para nada revolucionario y sí disgustaba a los que tanto han hecho por este país. Hace tiempo que estaban jugando en la cuerda floja, coqueteando con lo inculto y me arriesgo a decir que subversivo”.

Un internauta conjeturó que las razones del cambio podían deberse a que “el compañero Armando estaba permitiendo ciertos artículos que dieron urticaria en ciertas barrigas por ahí...”.

En los comentarios aparece, además, el punto de vista de la periodista Katia Siberia, del medio oficialista Invasor, de Ciego de Ávila.

Siberia aseguró: “Hasta nunca aquí llegó mi militancia y mi respeto por la UJC”, y luego amplió su afirmación, al referir que “ciertamente puede ser injusto. Aunque no le decía literalmente, pues tengo casi 40 y hace casi 10 años no milito en la UJC. Me refería a esa militancia que uno lleva consigo y transforma y crece. Me refería a que veía en Alma Mater lo que los jóvenes pueden hacer desde el periodismo. Lo veía en Armando y ahora solo veo a una organización cobarde, que teme a las verdades y se ‘apropia’ de la revista de los universitarios para contar el país que quieren que seamos, no el que somos”.

Aunque desató polémica y fue duramente criticada, esta revista abordó el tema de las protestas del 11J mediante un artículo que recogió el testimonio de estudiantes de la Universidad de La Habana que fueron detenidos y golpeados durante esas jornadas, además de ser una de las pocas publicaciones oficiales que hicieron en sus redes pronunciamientos sobre esas manifestaciones a pocos días de haber ocurrido el estallido social.

"Entendemos y respetamos la preocupación de los familiares. Ratificamos nuestro apego a la justicia y a la legalidad, así como a un ejercicio periodístico objetivo y serio. Denunciamos el uso de la mentira y la desinformación como parte de la narrativa de estos u otros hechos, ya sea de detenidos, familiares o instituciones", escribieron en esa ocasión en Facebook acerca de la detención de estudiantes de la enseñanza superior que participaron en las protestas.

Más recientemente, también bajo la dirección de Franco Senén, Alma Mater reaccionó críticamente a los videos difundidos a principios de abril por la empresa cubana de elaboración de alimentos PRODAL para celebrar el Día del Trabajador de la Pesca y que motivaron decenas de memes, burlas y comentarios de todo tipo en las redes sociales, tras sus vivas a salchichas, embutidos y “conformados”.

“La idea quizás no estaría mal, si no se notara lo improvisado de las cápsulas, si sus ‘mentes pensantes’ se hubiesen tomado la molestia de que el ruido no inundara el ambiente, si uno de los videos publicados no terminara en una exclamación de ‘¡Ya, quedó bien!’, o si alguien con sentido común hubiese dicho: ‘¡Qué viva la salchicha! ¿En serio? ¿No deberíamos pensar dos veces antes de hacer esto público?’”, apuntó en su crítica el periodista de la revista, Junior Hernández Castro.

También apuntó que “por el resultado final, parecer ser que nadie se cuestionó un ápice del proyecto, desde su génesis hasta su difusión en las redes”.

“No contenta con haber sido motivo de burlas, memes y críticas por sus croquetas explosivas, la empresa PRODAL se une a la competencia para superar al desfile de la compota Osito”, ironizó el artículo de Alma Mater sobre los polémicos videos que hicieron que las redes estallaran en memes, burlas y críticas a PRODAL.

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