El reciente despido del periodista Armando Franco Senén como director de la revista oficialista cubana Alma Mater ha sido muy criticado por amigos y colegas de profesión.
Franco Senén fue destituido sin ninguna explicación por parte de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), organización a la que pertenece Alma Mater. La publicación se dirige a los estudiantes universitarios y en los últimos tiempos abordó temas polémicos que en otros medios estatales están ausentes.
El periodista Ariel Montenegro, quien labora en el Festival Internacional de Cine de Gibara, lo definió como "un hombre inteligente, íntegro, revolucionario y patriota", que como director de la Alma Mater la convirtió en el único medio estatal que era tenido en cuenta en importantes debates nacionales.
"Se me ocurren otros muchos medios de prensa que son el hazmerreír o el somnífero del pueblo cubano, utilizados como un repositorio acrítico de la posición y los comunicados oficiales, de donde grandes periodistas piden la baja en números preocupantes, y cuyos directivos son 'personalidades' de la prensa en Cuba, tienen acceso a los ministros, al presidente del país y a los recursos para hacer periodismo que nunca tuvo Alma Mater, y sobre todo, mantienen sus puestos por años, décadas", cuestionó.
La joven Lisbeth Moya González, miembro de la UNEAC, alegó que en Alma Mater era el único medio donde sus redactores "hacían periodismo y se colaban por las grietas de todas las consignas y lo intentaban con fuerza y se notaba".
"He visto malas decisiones suceder en los últimos años en este país, pero con esta última se dieron un tiro en la cabeza. Algo bueno quedaba, algo ahí que a los tan desalentados estudiantes y recién graduados de Periodismo nos decía que quizás, tal vez, de alguna manera podíamos hacer periodismo en todo el sentido de la palabra", aseguró.
Andy Jorge Blanco, periodista de Cubadebate, afirmó sentirse decepcionado con la medida.
"Sucede así, vertical descendente, con una facilidad espantosa. Qué importa lo que digan los lectores. Qué importa lo que diga el gremio. Qué importa el buen Periodismo. A nosotros nos jodemos nosotros mismos, y es eso justamente lo que jode, para no decir otra cosa. Unos intentan tragarse a otros para engordar. Pena, decepción, tristeza, preocupación por el Periodismo que hacemos, por el que haremos, por los silencios, por el futuro. Por la impunidad", comentó.
El periodista Oniel Díaz Castellanos le deseó a Franco Senén que en el medio del dolor, se creciera. "Esa es la única manera de ganar esta partida y demostrar que quienes se equivocan son los que hoy te apartan. Los buenos son los que ganan a la larga".
Armando Franco es esposo de Ania Terrero, periodista de Cubadebate. Su suegro es Ariel Terrero, vicepresidente de la oficialista Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) y su suegra, Dixie Edith, laboró muchos años en Juventud Rebelde y Bohemia, antes de pasar al Centro de Estudios Demográficos.
Su esposa Ania dijo en su perfil de Facebook que sentía impotencia "impotencia, tristeza y miedo por el futuro".
"Alma Mater ha sido el centro de su vida, de la nuestra, durante los últimos tres años. Le (nos) ha robado tiempo con Ainoa [hija de ambos], amistades, oportunidades de trabajo, superación. Le (nos) ha costado discusiones, lágrimas, noches sin dormir, sudor, decepciones. También le (nos) ha dado muchas alegrías, satisfacciones, esperanzas. Y solo por eso vale la experiencia: por lo que quedó", expresó.
"En estas redes a ratos asquerosas -que tantos dolores de cabeza nos han dado en los últimos meses- se respira orgullo, agradecimiento, indignación. Y eso, en medio de tanto, me da luz. Tanta gente no puede estar engañada. Tan equivocado no estará, no estaremos. Ojalá en algún punto eso sea suficiente", concluyó.
Pese a la amplia solidaridad que ha recibido de parte de amigos y compañeros, el joven sancionado no se ha pronunciado en las redes sociales acerca de su expulsión.
Su suegro, Ariel Terrero, tampoco ha dicho nada de manera expresa. No obstante, compartió en su muro de Facebook un texto de la reportera de Matanzas Yirmara Torres Hernández, para quien la única explicación de haber echado a Franco Senén de Alma Mater es que la propia UJC lo nombrará ahora director de Juventud Rebelde.
"La UJC, la vanguardia de la juventud cubana, no liberaría del cargo a un líder con esos resultados y esas cualidades sino es para darle otra tarea más compleja. Sería el premio justo a lo que ha hecho al frente de la revista de la FEU", señaló.
Incluso, Lázaro Manuel Alonso, conocido por ser uno de los principales voceros del régimen en la televisión, criticó -aunque tímidamente- la expulsión de su colega, en una publicación en Facebook en la que evitó citar nombres o hechos.
"El periodismo se construye todos los días. Y se construye con las historias de la gente, sus alegrías y percances. Esas historias no siempre gustan, a veces son incómodas, a veces molestan. En esta corta experiencia de reportero encuentro que esas que levantan comentarios, buenos o malos, son las mejores, las que más conectan con la gente. Generar empatía con quienes nos leen, escuchan o ven, es el más importante acierto del periodista", escribió.
También Humberto Camejo, locutor de radio y televisión, pidió un cambio sustancial en el periodismo cubano.
"Basta ya de cortarle las alas a quienes desde su trabajo diario demuestran que los muchos acuerdos tomados en reuniones y congresos sí se pueden llevar a la realidad. (Y si mejor 'liberamos' al que tomó la nefasta decisión?", sugirió.
Armando Franco Senén fue nombrado director de Alma Mater en 2019. Bajo su mando la revista abordó temas polémicos, como el de las protestas del 11J, mediante un artículo que recogió el testimonio de estudiantes de la Universidad de La Habana que fueron detenidos y golpeados ese día.
La publicación también criticó los videos difundidos este mes por la empresa cubana de elaboración de alimentos PRODAL para celebrar el Día del Trabajador de la Pesca, que motivaron memes y burlas en las redes sociales, tras sus vivas a salchichas, embutidos y "conformados".
Alma Mater fue fundada en noviembre de 1922 por el líder estudiantil comunista Julio Antonio Mella (1903-1929). Desde su surgimiento, reflejó los intereses de la Federación Estudiantil Universitaria, siendo tribuna de la reforma que sacudió durante la década del 20 a la Universidad de La Habana, en esa época, la única casa de estudios superiores en Cuba.
En 1978, su alcance se extendió a los universitarios de todo el país, tras ser designada órgano del Consejo Nacional de la FEU. Hoy es publicada por la Casa Editora Abril con frecuencia bimensual y una tirada de distribución nacional de 20 mil ejemplares.
Este año se cumplen 100 años del surgimiento Alma Mater, la publicación juvenil más antigua de Cuba y la segunda de mayor permanencia en el escenario nacional después de Bohemia (1908).
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