Dianko y Rocky, dos perros de salvamento que hicieron historia en el Saratoga

Tras la explosión del Hotel Saratoga de La Habana, cinco labradores llegaron al lugar del desastre para colaborar con la búsqueda y rescate de sobrevivientes.

Y han hecho historia en las labores de rescate de víctimas.

Concluidas las labores, que confirmaron la muerte de 46 personas por el incidente, reporteros y testigos del hecho agradecieron a los canes, en especial a Dianko, quien sufrió una lesión en los escombros del edificio derrumbado, y Rocky, reconocido internacionalmente por su desempeño en otros desastres como el terremoto que sacudió Ecuador en 2016.

El gobierno cubano también reconoció a Rocky, e informó que este perro de 12 años ha participado en más de 20 servicios operativos de búsqueda y localización; y en misiones internacionalistas.

"El perro, de unos 25 kilogramos de peso, es la estrella de la Unidad canina de la Brigada Especial Nacional ubicada en La Habana, donde todos lo admiran. Rocky, a pesar de sus casi 12 años, está en una forma física increíble y mantiene a plenitud el uso de sus capacidades olfatorias", subrayó el Poder Popular de la provincia de Matanzas.

"Su olfato es tal que puede identificar un cuerpo que esté atrapado en los escombros o enterrado bajo tierra hasta una profundidad de entre 6 y 7 metros", confesó el entrenador de Rocky, un rescatista experto en técnica canina llamado Glover.

Asimismo, el portal Cubadebate destacó que se trata de un perro internacionalista. "Rocky tiene un fino olfato, vasta experiencia y talento excepcional", lo que hizo "que fuera reconocido con honores durante las labores de rescate en Ecuador luego del terremoto en 2016", señaló el medio oficialista en una crónica reciente.

El reportero de Radio Habana Cuba Dayron Caballero, informó por su parte que Dianko fue entrenado por Aliesky Mota, del Comando 15 del Destacamento Especial de Rescate y Salvamento.

"Dianko estuvo levemente lesionado durante las operaciones de salvamento y rescate que corresponden a la primera jornada de escombreo y búsqueda de vida, luego de la explosión del Hotel Saratoga. Ya está sanito, gracias a la rápida atención", explicó.

Afirma que este labrador color negro no muerde y es cariñoso, al igual que Rocky.

"Ellos son parte de esta historia que vive toda Cuba", dijo Caballero, refiriéndose a los rescatistas de cuatro patas.

En los trabajos de rescate en la instalación colapsada trabajaron en total cinco perros: Dianko, Tito, Xila, Yomy y Rocky, considerados por el régimen Héroes del Saratoga.

Ellos llegaron inmediatamente después de ocurrida la explosión el pasado viernes, en un intento por rescatar a la mayor cantidad de sobrevivientes. Después de las primeras horas no fue encontrado nadie con vida, a pesar de que la búsqueda continuó hasta el jueves, cuando fue hallado el cuerpo de la última persona desaparecida.

Miembros de la Cruz Roja destacaron el domingo que fue "muy importante la presencia de los perros, porque ellos pueden detectar a una persona debajo de 3 ó 4 metros de escombros".

Asimismo, Mota explicó que "la búsqueda con los perros es más efectiva. No tienen sustituto tecnológico ni de otro tipo por su capacidad de trabajo y la relación tiempo-resultado".

Afirmó que cuando el perro ladra es señal de que la persona bajo los escombros puede estar viva aún, y que los animales reciben entrenamiento diario desde hace varios años para trabajar en un entorno antinatural.

Relató que los perros son entrenados con ejercicios que incluyen juego con pelotas y golosinas, hasta que se crea el reflejo de la búsqueda de personas.

El domingo, cuando se celebró el día internacional de la Cruz Roja, los miembros de este grupo de rescate en Cuba destacaron el trabajo de los perros y dijeron que "los animales entrenados en la búsqueda de personas han sido muy importantes" tras la explosión del hotel, provocada presuntamente por una fuga de gas.

Las labores de búsqueda en el Saratoga culminaron el jueves, tras el hallazgo de la última persona desaparecida, una joven de 27 años que se desempeñaba como camarera de la instalación turística.

En horas de la tarde los rescatistas y sus perros volvieron a sus hogares, mientras el régimen de La Habana decretó duelo nacional por la tragedia.