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Retiran equipos de climatización del techo del Hotel Saratoga para aliviar carga en la estructura

Días antes, el ministro de la Construcción aseguraba que se preparaban las condiciones para bajar con toda la seguridad los sistemas de clima, el grupo electrógeno y dos balas de gas, así como para vaciar la piscina, algo que se acometerá en tres fases por su complejidad.

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Este artículo es de hace 1 año

Mientras persiste la incertidumbre sobre el estado de la estructura tras la explosión en el Hotel Saratoga, operarios cubanos trabajaron este lunes para retirar los equipos de climatización que se encontraban en el techo, en un intento por aligerar el peso sobre el edificio.

“Con el objetivo de aliviar la carga del techo del Hotel Saratoga realizamos el desmontaje de las enfriadoras que estaban instaladas”, comunicó a través de sus redes sociales la empresa de Refrigeración y Calderas, al frente de la delicada operación.

La empresa, que el día en que ocurrió la explosión en el lujoso hotel habanero (6 de mayo) recibía la visita del ministro del Turismo, Juan Carlos García Granda, a su stand en la Feria de Turismo de Cuba y le presentaba “el calentador híbrido como solución a los problemas de los sistemas de agua caliente en el sector del turismo”, se enfrentó este lunes al reto de desmontar los aparatos de refrigeración ubicados en el techo de un hotel centenario en ruinas.

El pasado miércoles la directora de la empresa filial de proyectos Restaura, de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, Tatiana Fernández de los Santos, declaró que no podía proceder al vaciado de la piscina que se encuentra en la azotea del hotel Saratoga por temor a que la operación desestabilizase lo que queda de la estructura del inmueble.

“Mientras estemos trabajando en la etapa de rescate y salvamento de las posibles personas que estén en el sótano, y para nosotros eso es lo fundamental, no podemos garantizar ni propiciar un drenaje de la piscina, porque eso podría desestabilizar la estructura del edificio y además provocar más agua en el sótano”, declaró la directiva.

También dijo que el drenaje de la piscina y la evacuación de los elementos que estaban en la cubierta del hotel se harían en diferentes etapas, “porque hay que ir probando la descompensación de esa estructura, con un peso que está cayendo sobre o bajando o tributando por toda la estructura del edificio”. Actualmente en la azotea del hotel se ubican dos balas de gas, un tanque de combustible, el sistema de enfriamiento y la piscina con agua.

El procedimiento, precisó Fernández de los Santos, se realizará mediante el monitoreo de censores para que no ocurra de forma inesperada un desplome o derrumbe parcial del edificio, que pudiera afectar más la planta baja.

Por su parte el ministro de la Construcción, René Mesa Villafaña, aseguró que se preparan las condiciones para bajar con toda la seguridad los sistemas de clima, el grupo electrógeno y dos balas de gas, así como para vaciar la piscina, algo que se acometerá en tres fases por su complejidad.

De acuerdo con el jefe del Cuerpo de Bomberos de Cuba, las operaciones en la zona de la azotea del hotel se realizan en condiciones de alto riesgo y peligro, motivo por el cual están intentando proteger al máximo a rescatistas e integrantes del cuerpo de bomberos.

Un día después de estas declaraciones, el jueves pasado, bomberos y rescatistas comenzaron a apuntalar la estructura del Hotel Saratoga para prevenir derrumbes en medio de las labores de búsqueda de la persona que permanecía desaparecida.

"Hasta ahora no hay peligro de derrumbe y la perspectiva es que se pueda salvar la estructura", afirmó Mesa Villafaña al portal oficialista Cubadebate dos días después de la potente explosión que destruyó el hotel, causó 46 muertes, 99 heridos y daños de diversa consideración en otras 17 edificaciones circundantes y un total de 38 viviendas afectadas, que alojaban a unas 95 personas.

Al día siguiente del trágico accidente, el propio ministro declaraba posible recuperar el edificio del Hotel Saratoga y que en el área afectada trabajaban ingenieros estructurales de diferentes empresas del sector, e ingenieros de investigación de estructuras.

"Todavía no hemos podido entrar a las zonas interiores del edificio con los especialistas. A simple vista se ve que el edificio tiene un daño que pensamos que es recuperable. Pero estamos todavía mirándolo por fuera, esos son criterios de los profesionales más destacados en esta rama", precisó el ministro.

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