En los últimos meses varios periodistas y locutores de los medios cubanos han llegado por alguna vía a los Estados Unidos. Entre ellos, uno de los conductores más populares de la radio y la televisión cubanos, el espirituano Frank Abel Gómez, conocido por todos como Frank Abel, quien accedió a esta entrevista con CiberCuba.
Estoy encantado de hablar contigo. Sabes que yo no te puedo decir que no.
Tu partida ¿buscar un futuro mejor?
Mira Julita, nadie abandona su tierra por gusto. La desatención por parte del ICRT y el poco valor que le conceden a las jóvenes figuras, incluso algunas que ya han hecho su camino en la radio y la televisión, son las causas fundamentales que me hicieron emigrar.
Estuve más de 20 años trabajando y nunca logré tener casa propia. Además, muchas veces no tenía ni para comer decentemente. Tener que pagar una renta y quedarme prácticamente sin salario; vivir de regalos de amigos y familiares para salir lo mejor vestido en pantalla.
Muchas veces no tenía ni para comer decentemente. Tener que pagar una renta y quedarme prácticamente sin salario; vivir de regalos de amigos y familiares para salir lo mejor vestido en pantalla
Julita yo nunca tuve libreta de abastecimiento en La Habana. Ni lo mínimo me daban al no tener una dirección propia ¿cómo no vivir al límite? Esta historia no es de tiempos de COVID ni es sólo mía, es la historia de muchos artistas que no pertenecemos a la “nueva” burguesía y menos somos los mimados por elección de los dirigentes del ICRT.
Los que no me crean pueden indagar con mis compañeros de trabajo que muchas veces me ayudaron: dinero, comida y abrigo. Compañeros como Maurín Delgado, Lázaro Caballero, Raquel Mayedo, Yordanka Arioza y muchos otros, entre artistas y amigos.
A eso súmale la poca calidad de las transmisiones televisivas en sentido general; los programas musicales y de entretenimiento, que son lo mío, han descendido.
Se ha politizado mucho la televisión, es muy dirigida y eso me ahogaba, me hacía sentir mal. Eso, sin tener en cuenta la situación económica tan paupérrima que se vive en Cuba que es asfixiante. Esas son algunas de mis razones para dejar detrás a mi querida Patria.
Se ha politizado mucho la televisión, es muy dirigida y eso me ahogaba, me hacía sentir mal
Era muy difícil. Sí te puedo asegurar que yo nunca he comulgado con las ideas imperantes, que hay que seguir dogmáticamente; no era fácil expresar algo por la tele y la radio y… ¡pensar de otra forma!
Tú comenzaste en la radio
Sí, a la edad de 11 años, en radio Sancti Spíritus, antigua CMHT. Trabajé en los programas “Para echar a volar” (infantil) y de “Tú a tú”, de corte juvenil.
Eres actor también
Pues sí, soy graduado de la Escuela Nacional de Arte. Llegué a la capital para estudiar arte dramático y me gradué en 1999 como actor, pero al regresar a mi provincia, a mi pueblo natal Tuinucú, comienzo profesionalmente a trabajar en radio Sancti Spíritus. Indiscutiblemente, la carrera de actuación quedó opacada por mi pasión: ser presentador.
Y así, por esa pasión, vuelves a la capital en pos de lo que creías sería un futuro mejor.
Pues sí. Debuto en 2001 en la tele nacional pero mis verdaderos inicios fueron en el programa “De 5 a 7”, el Exitazo de Radio Taíno, un espacio musical muy seguido por los oyentes cubanos y que era identificado por mi voz, por mi estilo.
Allí me convertí en el conductor más popular de la emisora e incluso estuve nominado en el programa televisivo Entre tú y yo como el locutor de radio más popular, algo muy difícil por la fuerza que tiene ese medio en todo el país.
En Radio Taíno me sentía más cómodo por el perfil de la emisora, no hay política en los espacios que no sean informativos. Los comerciales y la forma desenfadada de decir, comparada con otras emisoras, me ayudó a resistir; tanto que fui la voz principal de la emisora en su identificación por 16 años.
También laboré en Radio Ciudad de La Habana, en un espacio dominical llamado Musical 21 mientras en el canal Educativo 2 hice la “Algarabía”, un musical variado.
La carrera de Frank Abel ha sido extensa e intensa. Lo recuerdo en los Lucas que protagonizó por siete años, fue presentador de las galas del Cubadisco entre el 2011 hasta el 2016, también las galas de los Lucas, el homenaje a Juan Formell; todo eso en televisión, en vivo. Mucha televisión hizo en Cuba el hijo de Estelita.
Recuerdo “El Almacén”, emisión de los sábados en la noche por Cubavisión dirigido también por Víctor Torres, además animé siete fiestas de fin de año por el mismo canal.
“Sácame del Apuro” fue un programa de temporada que conduje junto a Amaray Borlado y Yadira Otero, hoy día ambas en el exterior. Salía por el Educativo 2 en el verano y por fin de año. Tenía buena teleaudiencia.
Lo último que venía haciendo en la pequeña pantalla era “De tarde en Casa” junto a Raquel Mayedo, del cual guardo agradables momentos. Lo único que me negaba a hacer era leer las notas políticas; era una forma silenciosa de protestar.
¿Guardas algún momento especial en tu vida laboral?
Entre mis buenos recuerdos se halla el haber trabajado con el afamado actor estadounidense Willy Smith en la transmisión del Día Internacional del Jazz, que fue dirigida por Víctor Torres. Smith fue muy amable y profesional y cada cual hizo su trabajo según indicaba el guión.
Retomemos la actualidad. Hace cinco meses vives en Miami ¿por qué vía llegaste?
Yo me fui por la vía del “dichoso” pasaporte oficial, dichoso por las amenazas de lo que me harían si me quedaba con dicho documento. Al final llegué a Cancún y gracias al actor Erdwin Fernández, me alojé con amigos y en vuelo directo el día tres de enero me entregué en la frontera; ahí comenzó una nueva etapa, llena de esperanza, que ni los peores momentos en la detención me abandonó.
Fui recibido en esta ciudad del Sol por amigos y colegas y ahora presento mi propio proyecto “Lo de FRANK”, una revista nocturna los lunes, miércoles y viernes por las redes sociales.
Los comienzos siempre son duros, pero estoy muy agradecido de estar en este país, que me permite ser yo, generar mi propio contenido de trabajo, poder hablar sin temor. Soy feliz tan solo con poder hacer mi programa.
Por otro lado, es muy duro ver vacío espiritual en las calles, la maldita miseria en muchos rostros.
Sufrí por lo del Saratoga y a la vez pienso por qué más desgracias para mi gente. Un gobierno lejano, un pueblo que en su mayoría trata de escapar de una isla que pudiera ser la Patria bondadosa que todos amamos.
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