Vecinos de la Habana Vieja denunciaron que tienen problemas con el suministro de agua desde hace más de cuatro años y las entidades estatales responsables no han respondido a sus quejas.
La situación afecta a los 71 residentes del edificio ubicado en Egido 517, según se lee en la denuncia publicada en la sección “Acuse de recibo” del periódico Juventud Rebelde, donde contaron que la situación se agudizó “desde que en 2018 la Dirección Provincial de Cultura intentó reparar el inmueble contiguo, el antiguo cine Universal”.
Durante las reparaciones “los constructores rompieron una tubería de Egido 517, que desató un salidero de aguas albañales incontrolable hasta hoy”, que provocó la contaminación de la cisterna del inmueble.
En ese momento “la Dirección Municipal de Salud decidió cerrar la entrada del líquido”, y aunque los vecinos consideran que fue una decisión acertada, se quejan de que “la inercia de poner en función del problema a los demás órganos de dirección que tienen que ver con el asunto es nula”.
Desde 2019 los vecinos del lugar han acudido a diferentes instancias, desde el consejo popular hasta el Gobierno y el Partido en el municipio, pero “en todos se ha recibido como respuesta el silencio”.
Según el texto publicado en esta sección, la morosidad de los implicados en brindar una solución a los residentes “ha generado una precaria situación de convivencia: para acceder al agua, tienen que retornar al siglo XIX: cargarla”.
La misiva de los vecinos asegura que en marzo pasado fueron visitados por el personal médico del policlínico Aballí, con indicaciones de hacerse análisis y vacunación, pues en el edificio, donde residen personas mayores y enfermas, han tenido brotes de dengue, COVID-19 y otras enfermedades.
Denuncias similares de problemas con el agua son recurrentes en otras zonas de la capital cubana, más allá de las incidencias de la sequía durante el actual año.
Recientemente, vecinos de una localidad del Cotorro se quejaron de la “situación deprimente con el problema del agua y la sanidad” que viven desde el verano pasado.
Los vecinos del lugar señalaron que el reparto no está conectado a las instalaciones de acueducto, por lo que dependen de una empresa estatal para el suministro de agua, pero al averiarse la turbina de esa entidad han perdido el acceso al líquido.
Sin embargo, mientras algunos carecen de agua, en otros lugares se desperdicia. A finales del pasado año se reportaban en La Habana más de 3,000 salideros, cifra tres veces superior a la de etapas anteriores.
En los últimos meses los cortes de agua son cada vez más frecuentes en la capital debido a mantenimientos, roturas y afectaciones de la sequía. Esta última ha provocado que más de 100 mil habaneros tengan problemas con el abasto de agua.
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